Con más de 10 años en el referato y tras el hito de convertirse en el primer árbitro argentino en dirigir la Eurocopa, Fernando Rapallini llega al Mundial de Qatar, todavía con tiempo compartido con su oficio de construir piletas de natación en su La Plata natal.
Nacido el 28 de abril de 1978, a meses del Mundial que Argentina ganó en el país, tendrá a los 44 años el máximo desafío de su carrera, acompañado por su colega Facundo Tello y otros cinco miembros del cuerpo arbitral de la AFA que viajará a Qatar.
Apasionado del fútbol desde chico y centrodelantero de área hasta su juventud, Rapallini decidió hacer el curso de árbitro después de reflexionar por un insulto que su padre le propinó a un juez mientras jugaba un torneo juvenil.
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Se formó desde los 18 años en la escuela de Jorge Vigliano, el padre de Mauro, que compartirá la experiencia del primer Mundial en Medio Oriente como árbitro VAR.
Debutó en Primera División en 2011, en un partido entre Godoy Cruz y All Boys en Mendoza, que su papá no llegó a ver. Por razones éticas, debido a su origen en La Plata no dirige ni a Estudiantes ni a Gimnasia.
"Fefo" Rapallini está casado con Verónica, con quien tuvo a su hija Martina en 2020. Antes de ingresar en el arbitraje, armó junto a un amigo una empresa de construcción de piletas en City Bell, que aún mantiene.
En 2019 dispuso su primera experiencia internacional importante con la Copa América que se disputó en Brasil pero su máxima exposición fue en 2021 cuando fue elegido por Conmebol para representar a Sudamérica en la Eurocopa, el torneo más importante de seleccionados del Viejo Continente.
Rapallini viajó con su amigo Juan Pablo Bellati como asistente y también con Diego Yamil Bonfá, quienes también actuarán en Qatar. Los tres condujeron Ucrania-Macedonia, Croacia-Escocia y el cruce de octavos de final entre Francia y Suiza.
Previamente, sumó a su currículum partidos de Copa Sudamericana, Libertadores, Sudamericanos juveniles y el Mundial Sub 20 de Polonia 2019. Una vez consolidado en el referato, tuvo a cargo la final de la Recopa Sudamericana 2020, uno de los últimos eventos con público antes del inicio de la pandemia.
En 2017 debutó en las Eliminatorias Sudamericanas con Bolivia-Brasil en la altura de La Paz, pero en esa competencia se afianzó camino a Qatar, al ser elegido para controlar cuatro partidos, entre ellos, un Brasil-Uruguay con Neymar de un lado y Luis Suárez más Edinson Cavani del otro.
En el fútbol local, su primer superclásico lo vivió como cuarto árbitro en marzo de 2019 cuando River ganó la Supercopa Argentina en Mendoza.
Allí se originó un entredicho desatado tiempo después con Guillermo Barros Schelotto, por entonces DT de Boca, en la cancha de Huracán, donde Fernando Gago lo había acusado de faltarle el respeto en medio del juego.
Luego dirigió tres superclásicos como juez principal, dos en el Monumental y otro en La Bombonera, con un saldo de una victoria para River (2-1, por la Liga Profesional 2021) y dos empates (0-0 en la Superliga 2019 y 2-2 en la Copa Diego Mardona 2020/21).
Es fanático de la música uruguaya y principalmente de Jorge Drexler, de quien destaca la importancia de "amar la trama más que el desenlace".
En sus escuetas entrevistas nunca se refirió al Mundial como un sueño para su carrera y siempre remarcó que trabaja día a día para ser "elegible".
Su elección para Qatar 2022 llegó precisamente en mayo de este año cuando la FIFA lo distinguió junto a Tello, Vigliano (VAR) y los asistentes Bellati, Bonfá, Ezequiel Brailovsky y Gabriel Chade.
Con información de Télam