El exmarcador lateral alemán Phillipp Lahm jugó para el seleccionado de su país cuando eliminó sucesivamente a la Argentina en los mundiales de 2006, que organizaron los germanos, en Sudáfrica 2010 y el que obtuvo el título en Brasil 2014, donde además fue el capitán de su representativo nacional.
"La Bombonera ya está en Doha y Argentina es, sin duda, una de las grandes atracciones de este Mundial, porque sus hinchas la homenajean cantando permanentemente", describió Lahm, nacido en Múnich hace 39 años, en su columna del diario El País, de Madrid.
"Es que aun cuando perdió con Arabia Saudita, Argentina también figura entre mis favoritas desde el primer partido porque encontró un nuevo reparto de tareas con Lionel Messi. En 2014, cuando perdió la final con nosotros en Brasil, sus compañeros esperaban que él lo resolviera todo, pero en cambio ahora juegan para que él encuentre sus momentos en cada partido".
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"El trabajo que hace Argentina tendría que ser copiado por muchos otros seleccionados del mundo, como por ejemplo España ahora que los jugadores excepcionales del pasado no están. Considero que en el presente la solución ideal se la muestra a España y al resto de los equipos Argentina, porque irradia incondicionalidad", destacó.
"Y basándonos en esto debemos destacar que el técnico argentino, Lionel Scaloni, programa a su equipo para ganar constantemente el balón, y ese es un concepto defensivo sostenible, sobre todo porque es el entrenador quien empuja a su equipo hacia el ataque. Porque normalmente las selecciones nacionales no tienen una estructura ideal ya que rara vez sus integrantes entrenan juntos, pero Argentina está organizada como un club", concluyó Lahm.
Con información de Télam