(Enviados especiales).- Hasta su última presentación en el Mundial de Qatar, cada partido del seleccionado argentino será una estresante búsqueda y una tenaz negociación para los cientos de hinchas que no consiguieron tickets en las instancias de venta oficial de la FIFA.
Esa situación quedó expuesta el pasado miércoles en el último partido del Grupo C ante Polonia jugado en el Estadio 974, al que muchos fanáticos no pudieron ingresar por su capacidad menor en relación al escenario de los dos primeros juegos.
Es que Argentina se enfrentó a Arabia Saudita y México, dos de los países que más gente movilizaron hasta el emirato árabe, en el estadio Lusail, que dispone la mayor capacidad entre los ocho de la competencia (88.966 espectadores).
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De modo que la reventa fue un fenómeno que estalló para el tercer partido, al que sólo pudieron acceder 44.089 personas. Cientos de argentinos llegaron hasta las afueras de la cancha en busca de una entrada y la mayoría debió seguir el partido con Polonia en el playón de acceso a través de los celulares y hasta con el relato de Víctor Hugo Morales por Radio Nacional.
La escasez de localidades vuelve a repetirse para el juego de este sábado con Australia en el Ahmad bin Ali (45.032), un partido que fue adquirido de antemano por hinchas de toda nacionalidad ya que definió sus protagonistas recién al concluir la fase de grupos.
De hecho, muchas de las entradas para mañana permanecen en poder de los fanáticos mexicanos que confiaron en que el equipo de Gerardo "Tata" Martino ganaría el Grupo C. Algunos de ellos, las devolvieron y la FIFA las puso a disposición a precio oficial en su habitual sistema de reventa previo a cada partido.
"Algunos pudieron comprarlas a 80 dólares", contó a Télam un hincha argentino que participó del banderazo realizado este viernes en el tradicional mercado Souq Waqif, unos de los principales puntos de concentración turística de Doha.
Llegado a Qatar hace una semana, Marcelo se propuso conseguir un acceso para el juego con Australia pero "sin pagar una locura", ya que los pedidos en la reventa parten con 700 dólares de base.
"En mi caso tengo entrada asegurada para el cruce de cuartos de final, pero me falta el partido de mañana. La estoy peleando, hasta 500 dólares puedo llegar a pagar, no más. De última veré el partido en el Fan Festival esperando que gane para poder ir al siguiente", explicó.
Entre el sonido de los bombos y los cantos de la manifestación argentina realizada en el zoco, decenas de argentinos buscaban una posibilidad de compra, cotejaban precios, se compartían información, contactos y datos para concretar el objetivo de ver al equipo de Lionel Messi en el primer juego de la fase final.
Una entrada de la categoría más barata para el partido con Polonia llegó a cotizarse en 1.200 dólares, quince veces más que el valor oficial. "En mi caso compré reventa para el partido con México. Conseguí uno que pedía 500 dólares, empezamos a negociar, me dijo que esperara una hora que bajaba 100, dos horas y bajaba 200, hasta que pude 'sacarsela' en 400 como muy barata", contó Marcelo.
"Con los números que se manejan ahora, descarto poder estar en la semifinal o final, va a ser impagable", lamentó.
En caso de llegar hasta el último día en Qatar 2022, Argentina jugará los tres partidos restantes en Lusail, un escenario que, por su aforo, brindará mayores chances a quienes todavía no disponen de una localidad.
Con información de Télam