(Por Pablo Giuliano, corresponsal) El futbolista argentino Kevin Lomónaco, del Red Bull Bragantino de la primera división del campeonato brasileño, confesó ante la fiscalía brasileña que participó de la red de manipulación de partidos como parte de una mafia de apuestas online, que está en el centro de un escándalo en Brasil, donde fueron procesados siete jugadores.
Exfutbolista de Lanús y Platense, Lomónaco confesó en un video ante la fiscalía del estado de Goiás su responsabilidad en los hechos, con lo cual hizo un acuerdo de delación para esquivar el proceso judicial y retomar su carrera profesional, pese a que está separado del plantel del equipo del interior paulista.
El zaguero Lomónaco, según reveló el sitio UOL, reconoce haber tenido contacto con la mafia de las apuestas online para intentar ganar apuestas con actitudes simples durante el partido, como por ejemplo hacerse amonestar en el primero o en el segundo tiempo para corresponder a las apuestas en línea, empresas que han colmado de patrocinio a todo el fútbol de Brasil.
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El argentino comentó, según el video divulgado por la fiscalía de Goiás en el acuerdo de delación premiada, que aceptó la promesa de cobrar 70.000 reales (14.000 dólares) para recibir una tarjeta amarilla en el partido Red Bull-América de Minas Gerais en el campeonato brasileño del año pasado.
Los estafadores depositaron R$ 30.000 en su cuenta, pero no pagaron el resto del monto.
"Lo hice sin ningún conocimiento de que era un delito, algo así. Lo hice normalmente, no le pedí nada a nadie", dijo Lomónaco.
Los fiscales incautaron el celular del argentino y descubrieron los diálogos que probaron la trama. En ellos, Kevin habla con Luís Felipe Rodrigues de Castro, quien le hace la oferta.
"Acepté hacerme amonestar porque pensé que no era algo que perjudicaría al equipo", dijo el futbolista de 21 años.
El mismo acuerdo el lateral Moraes, de Atlético Goianiense, que descendió el año pasado. Moraes admitió que participó de la manipulación de tres partidos del año por el campeonato brasileño ante el campeón Palmeiras, Ceará y Goiás. Tuvo que hacerse amonestar en el primer tiempo.
El escándalo de las apuestas online en la que participan los propios jugadores ha explotado en Brasil, al punto que el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva aprovechó para promover la reglamentación de los mismos, además de iniciar un proceso de tributación del 16% a cada apuestas. El ganador deberá pagar 30% del premio en impuesto a las ganancias.
El escándalo destapado por la fiscalía del estado de Goiás hasta el momento permitió que la justicia procesara a 16 personas, entre ellas 7 futbolistas.
Al caso se sumó el gobierno central, que anunció que la Policía Federal investigará a los jugadores y apostadores, al tiempo que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) pedirá asistencia legal a la FIFA para abordarlo.
El futbolista más conocido de los implicados es Eduardo Bauerman, de Santos, que fue separado del plantel por la directiva del club.
Un comunicado de la fiscalía enviado a Télam informó que además de Bauerman fueron procesados y llevados a juicio Victor Ramos, de Chapecoense; Gabriel Tota, de Ypiranga de Rio Grande do Sul; Igor Carús, de Sport de Recife; Paulo Miranda, de Náutico; Matheus Gomes, del Sergipe, y Fernando Neto, del Sao Bernardo.
La investigación también salpicó a otros dos equipos de primera división. Si bien no existieron procesamientos, Fluminense apartó de su plantel al marcador central Vitor Mendes por sospecha de manipulación. Lo mismo hizo Cruzeiro con Richard, jugador que fue descubierto chateando con un apostador que le pedía que cometiera faltas o recibiera una amarilla para ganar la apuesta en los sitios online.
Las empresas de apuestas en línea han ingresado con fuerza a la mayor economía de América Latina, al punto que futbolistas en actividad como Marquinhos, del PSG, o Marcelo, de Fluminense, o exjugadores como Ronaldo y Rivaldo son las principales caras de las propagandas de estos sitios.
Los otros procesados están acusados de organizar una asociación ilícita para presionar a los futbolistas a cometer penales o recibir tarjetas en determinados momentos del partido para ganar las apuestas.
La Operación Penalidad Máxima fue lanzada por la fiscalía del estado de Goiás el año pasado a partir de una investigación sobre apuestas en un partido del club Vila Nova, de ese estado del centro de Brasil.
En la oportunidad, el volante Romario, de Vila Nova, aceptó 30.000 dólares para cometer un penal ante Sport por el campeonato brasileño de Serie B.
Le dieron un anticipo pero como ese día el entrenador lo puso de suplente, Romario se desesperó y buscó a otros compañeros de su equipo para que cometieran un penal a propósito.
Según el comunicado de la fiscalía de Goiás enviado a Télam, están bajo investigación doce partidos.
Con información de Télam