Canapino será el cuarto argentino en participar en la 500 Millas de Indianápolis

27 de mayo, 2023 | 16.04

Agustín Canapino, quien mañana iniciará la 107ma. edición de las 500 Millas de Indianápolis en la 27ma. ubicación, será el cuarto piloto argentino que intervendrá en la emblemática carrera de monopostos en los Estados Unidos.

El bonaerense, de 33 años y oriundo de Arrecifes, dirá presente en el óvalo y se convertirá en el primer representante del automovilismo argentino en este siglo que estará entre los 33 privilegiados que largan la carrera de 200 vueltas o casi tres horas de duración.

Los otros tres argentinos que intervinieron en la tradicional competencia, integrante de la denominada ‘triple corona’ (las otras dos son el Gran Premio de Fórmula 1 en Mónaco y las 24 Horas de Le Mans), son Martín de Alzaga Unzué, Raúl Riganti y Juan Gaudino.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

Además, el quíntuple campeón mundial de F1, Juan Manuel Fangio, y el santafesino afincado en Arrecifes, Carlos Pairetti (fallecido en septiembre pasado), intentaron participar, cumplieron las sesiones de ensayos pertinentes y no pudieron estar en la grilla por diferentes motivos.

Hace un centenar de años, en 1923 puntualmente, ‘Macoco’ de Alzaga Unzué y Riganti fueron los primeros argentinos en largar las 500 Millas, con sendos Bugatti.

De Alzaga Unzué, quien era un reconocido ‘playboy’ de la época, ofició como una suerte de “jefe de equipo” y largó cuarto. Pero solamente recorrió 6 giros y abandonó por un desperfecto en una biela.

Riganti, por su lado, comenzó la competencia en la posición 23, aunque desertó por un inconveniente en el tanque de combustible en la vuelta 19.

‘Polenta’ Riganti, fallecido en Buenos Aires en 1970, participó en dos ediciones posteriores: 1933 y 1940.

En la primera de ellas, el argentino cumplió su objetivo y cruzó la bandera a cuadros en la decimocuarta colocación, luego de haber iniciado la prueba en la 27ma. posición, a bordo de un Chrysler.

Mientras que siete años más tarde, Riganti no tuvo suerte con la Maserati y abandonó en el giro 24, luego de despistarse.

Por su lado, Gaudino, nacido en Turín (Italia) pero que desarrolló toda su carrera deportiva en la Argentina, intervino en la edición 1932 de la mítica carrera.

En aquella oportunidad, el ítalo-argentino condujo un Chrysler, que se clasificó trigésimo sexto entre 72 concursantes. Ya en carrera fue reemplazado por el italiano Joseph Bonadeo por lapso de cinco vueltas y, cuando Gaudino retomó el volante, el vehículo exhibió una falla en el embrague y el abandono se produjo en el giro 71.

Una vez que ya había conquistado los cinco títulos mundiales de F1, el balcarceño Fangio buscó incursionar en esta prueba en los EE.UU.

Pero el ‘Chueco’ fue tratado como un ‘rookie’ (debutante) y obligado a intervenir en sesiones precalificatorias sobre una máquina del equipo de George Walther que no tenía el rendimiento esperado.

De este modo y sumado a ciertas falencias en la atención mecánica, Fangio desistió de correr y ni siquiera intervino en la clasificación de la temporada 1958.

Por último, en 1970, el santafesino Pairetti, con un vehículo Drake Offenhauser del equipo de Christopher Agajanian, se inscribió y participó de la clasificación.

Pero el ídolo del automovilismo argentino, campeón de TC en 1968, no logró su lugar entre los 33 que largaron, a partir de la escasa competitividad exhibida por el monoposto.

Sin embargo, esa experiencia le permitió a Pairetti trabar relaciones con propietarios de otras escuderías y de la categoría USAC para empezar charlas que dieron frutos.

Porque en 1971 se corrieron las 300 Millas de Rafaela en el denominado ‘Templo de la velocidad’. Pairetti (Voltstedt Turbo Ford) resultó el único argentino que largó la competencia en su provincia natal, pues Jorge Ternengo, Ángel Rubén Monguzzi, Jorge Cupeiro, Omar Cuvertino y Juan Carlos Salatino no tuvieron autos competitivos y no pasaron de la clasificación.

Con información de Télam