(Por Eduardo Martínez, enviado especial).- El entrenador de Boca, Jorge Almirón, sufrió una derrota en el Maracaná que abre un interrogante para su futuro en el club por el impacto del resultado, el vencimiento de su contrato en diciembre y las elecciones de autoridades en ese mismo mes.
El director técnico, que asumió en Boca el 10 de abril de este año, tuvo un camino de altos y bajos, en el que logró un cierto equilibrio recién en los últimos partidos cuando consolidó una línea de juego.
Pero el "Mundo Boca" sabía que para el técnico era la "Copa o nada" porque su mensaje nunca convenció al hincha y en los últimos meses se desgastó su relación con Juan Román Riquelme y los integrantes del Consejo de Fútbol.
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Las frías estadísticas reflejan que dirigió 43 encuentros, ganó 18, empató 13 y perdió 12, con una efectividad del 51 por ciento.
Consiguió sólo tres victorias en los 90 minutos en este semestre y pasó las tres rondas anteriores a la final de la Copa por penales, gracias a la capacidad del arquero Sergio "Chiquito" Romero.
Almirón fue cuestionado por la cantidad de futbolistas utilizados, más allá de una racha de lesiones, lo que hizo que nunca repitiera el equipo a lo largo de 36 partidos.
Con la llegada del uruguayo Edinson Cavani el plantel tenía un salto de calidad que hacía que su responsabilidad fuera mayor. La madrugada del 25 de junio, cuando Riquelme en el predio de Ezeiza se quedo a esperar a la delegación, fue un quiebre para la relación con el cuerpo técnico.
Boca venía de caer derrotado por 4 a 0 en Mendoza ante Godoy Cruz, quizás uno de los golpes más fuertes de su gestión, al margen de que se produjera con un equipo suplente.
La imagen que dejó el equipo preocupó tanto que el propio vicepresidente se reunió con los jugadores y cuerpo técnico durante la madrugada.
"Si tenés que poner a los pibes, poné a los pibes pero lo de esta noche no se puede repetir", le advirtió Román, según le dijeron a Telam allegados al entrenador.
A partir de ahí el equipo tuvo una reacción en los resultados y en su juego con una racha de 13 partidos sin perder de local. Ese le permitió avanzar en la Libertadores.
"Estoy feliz en este club. Me siento cómodo con el plantel y también con los dirigentes, quisiera quedarme muchos años en este lugar", aseguró cuando circuló con fuerza el rumor de una ruptura con los jugadores.
Jorge Francisco Almirón Quintana nació el 19 de junio de 1971 en la localidad bonaerense de San Miguel, hijo de una familia de trabajadores. A los 14 años ingresó a trabajar a una fábrica de pulido de bronce para colaborar con la economía familiar.
"Eso me ayudó a mantener siempre los pies sobre la tierra y conocer el sacrificio que debe hacer uno para progresar", contó. Hizo sus primeros pasos en el futbol en San Miguel, donde debutó en 1991.
En México empezó su carrera de entrenador con admiración por el argentino Ricardo Lavolpe. En Argentina su paso más recordado lo vivió en Lanús, donde consiguió el título de Primera en 2016, venciendo en la final con un memorable 4-0 sobre San Lorenzo. Luego llevó al "Granate" a la final de la Copa Libertadores, que perdió ante Gremio.
Esta tarde volvió a estar cerca de coronar el torneo de clubes más importante en Sudamérica pero quizás eso no alcance para garantizar su permanencia como DT de Boca.
Con información de Télam