Virgil van Dijk dijo que está usando el dolor de la derrota de Países Bajos en la tanda de penales de la Copa del Mundo ante Argentina, a la postre campeona, como combustible para volver a encarrilar la temporada de su club, el Liverpool.
Van Dijk fue uno de los dos jugadores neerlandeses que fallaron en la tanda de penales después de que el partido de cuartos de final terminó 2-2.
El holandés dijo que su objetivo ahora es guiar al Liverpool, sexto clasificado, de vuelta a los cuatro primeros puestos de la Premier League, ya que el reto por el título parece poco probable a 15 puntos del líder Arsenal.
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El partido de cuartos de final del Mundial contra Argentina tuvo 16 tarjetas amarillas y una expulsión. Van Dijk estuvo involucrado en un altercado con Leandro Paredes en el que empujó al centrocampista al suelo.
Van Dijk contó que desde entonces ha tenido tiempo para reflexionar sobre el "intenso partido" y que confía en llevar a Holanda a la gloria de la Liga de Naciones al final de la temporada en casa.
"(El empujón a Paredes) fue obviamente algo que normalmente no hago, pero fue el calor del momento y todos somos seres humanos. Estas cosas pasan", dijo Van Dijk.
"Me motiva de cualquier manera, porque quiero tener éxito con Holanda. Siento que tenemos una plantilla fantástica y una nueva era con el regreso de Ronald Koeman (sustituto del seleccionador Louis van Gaal) y la llegada de jugadores jóvenes".
"Ojalá podamos hacer algo bonito en el verano (boreal) con la fase final de la Nations League. Será un buen paso y es algo que realmente quiero ganar, aunque sea al final de la temporada, cuando probablemente esté absolutamente destrozado".
Con información de Reuters