“Esta pelea no es nada, la verdadera pelea es la de mi gente en Palestina. Estoy tratando de hacer mi parte y poner una sonrisa en sus rostros”. La frase pertenece a Belal Muhammad, quien poco antes de esta declaración obtuvo la victoria por puntos y se convirtió en el primer campeón palestino de UFC, la empresa líder de MMA. No fue un camino fácil, su estilo de combate es anti estético tanto para los fanáticos como para Dana White, el todopoderoso presidente de la compañía. Sin embargo, Muhammad logró imponerse ante los mejores de su división y consiguió un triunfo que, además, fue un recordatorio de que el deporte y la política están fuertemente entrelazados.
Belal Muhammad nació en Chicago, Estados Unidos, fruto de un matrimonio de inmigrantes palestinos. Su madre quería que estudiara derecho, pero al joven Belal le llamaron la atención las MMA luego de enterarse de que su entrenador de lucha en la secundaria se había convertido en peleador. En 2016 llegó a UFC, y desde ese entonces cosechó 14 victorias y 3 derrotas. Un impresionante récord que tendría que haberle garantizado múltiples peleas por el campeonato de su división. El problema radicaba en que su forma de batallar, basada en lucha y en buscar el triunfo por puntos, estaba en las antípodas de las preferencias de Dana White, quien es el que tiene la última palabra a la hora de decidir quién retará por los codiciados campeonatos de UFC.
“Los fanáticos dicen que es aburrido, que es conservador a la hora de pelear y sale a buscar la bilardista. Eso fue lo que lo obligó a tener tantas victorias seguidas para obtener una oportunidad titular”, analizó Augusto Niez- Gay, periodista y relator de MMA. La oportunidad llegó ocho años después de su debut en UFC ante Leon Edwards, que tenía a su favor la localía en Manchester, Inglaterra. No obstante, la cancha no se comió a Muhamamd, que dominó al campeón para arrebatarle el título por decisión de los jueces.
“Creo que la aparición de un campeón palestino en los primeros planos del deporte mundial es otro recordatorio de que ellos existen, a pesar de que muchos nieguen su condición y digan que es un término inventado o iguales a otros árabes de otros países”, aseguró Ezequiel Kopel, periodista y escritor especializado en medio oriente. En 2021, Muhammad realizó declaraciones mediáticas sobre su posición política en el ámbito del deporte y sostuvo: “No hay muchos atletas palestinos que tengan la plataforma para poder llevar su bandera. Y ahora, especialmente durante estos tiempos, necesito llevar mi bandera más alto que nunca. Es para mostrarle al mundo que nosotros existimos, que somos un país y hay gente de verdad aquí”.
Ese mismo año, Muhammad realizó una extensa entrevista con el medio MMA Mania y dejó clara su posición respecto al conflicto entre Israel y Palestina: “Cuando hablo de niños muriendo me comentan ‘¿y qué hay de Hamas?’. Hermano, ¿crees que este niño de tres años que fue asesinado en un bombardeo es de Hamas? La gente busca palabras claves para molestarte y dejarte mal parado en redes sociales”. En esa entrevista, Muhammad realizó una crítica contra el presidente Joe Biden: “No puedes tener al mandatario de los Estados Unidos diciendo ‘bueno, Israel tiene derecho a defenderse ante Hamas’. Ese mensaje es similar al de una persona que no sabe realmente lo que está pasando. Creo que el gran problema es que los medios masivos de comunicación no cuentan lo que realmente pasa y los motivos detrás de eso”.
Cuando Rusia invadió a Ucrania, UFC decidió prohibir que los aficionados llevaran banderas de sus países. Con el tiempo, la medida se tornó laxa, pero White siempre estuvo atento a que la política internacional no se entrometiera en la planificación y realización de sus eventos. Tenía razones para preocuparse. En noviembre del año pasado, un mes después del atentado terrorista de Hamas contra Israel, el peleador israelí Haim Gozali subió una foto a sus redes sociales en las que mostraba un misil, que iba a ser utilizado en la Franja de Gaza, con nombres de múltiples peleadores musulmanes. Entre ellos, el de Muhammad.
No obstante, UFC juega a dos puntas. A nivel nacional es una empresa pro republicana y se encolumnó detrás de Donald Trump. White fue el que presentó al ex presidente en la Convención Nacional Republicana realizada luego del intento de magnicidio que sufrió el ex mandatario. A nivel internacional, sin embargo, la empresa deja que sus peleadores hablen. Hay un gran abanico de competidores provenientes de la Rusia musulmana (incluido Islam Makhachev, actual campeón de peso ligero) que se posicionaron fuertemente en contra de Israel en los últimos meses. También hay competidores como el ex campeón Charles Oliveira, de Brasil, que fueron muy contundentes en su apoyo a Israel. “La verdad que a UFC no le fue mal en medio oriente. Tienen muy buena llegada, hace poco realizaron un evento y han sabido sobrellevar las tensiones”, señaló Niez-Gay.
Pero ningún peleador es como Belal Muhammad. Su debut fue en 2016 con una derrota y cuando llegó a las tres peleas en UFC en dos ya había mordido el polvo. Su apodo, “remember the name (recuerda el nombre)”, parecía una invitación a la risa teniendo en cuenta que competidores con récords de esa índole solían ser despedidos por UFC. Sin embargo, Muhammad continuó con las batallas y empezó a cosechar victorias. Cosechó más triunfos que nadie para poder ganar una oportunidad titular y, efectivamente, ahora todos recordarán su nombre por ser el primer peleador palestino en coronarse campeón. “Sentirse palestino, para la mayoría de los habitantes árabes de lo que se conoce como Tierra Santa, sigue siendo un signo de orgullo y de identificacion”, puntualizó Kopel.
En declaraciones mediáticas, Muhammad sostuvo: “Ahora tengo una voz para la gente que el mundo quiere hacer que te olvides. Así que yo seguiré haciendo foco en ellos, elevando su moral y sus corazones. Haré todo lo que pueda”.