Mary Terán: la tenista que enfrentó a la elite, rechazó un matrimonio con Perón y la mató el olvido

Mary Terán de Weiss fue la primera tenista popular de la Argentina. Con números arrolladores, la joven de clase trabajadora irrumpió en un mundo elitista que la veía de costado. Su adhesión al peronismo le costó el olvido, el mismo que la llevó a su muerte. 

29 de enero, 2022 | 00.05

La memoria es una clave fundamental en la idiosincrasia argentina. Muchos se esfuerzan por manterla activa, viva, pero otros trabajan por el olvido. Se montan maquinarias, se alimentan falacias, se ignora con dedicación, se extirpan fragmentos de la historia, consumiendo todo hasta que el olvido y la muerte se emparejan. Mary Terán de Weiss es un caso emblemático de la fuerza de la desmemoria, que la arrinconó hasta su trágico final. Detrás de un salto al vacío, dejó una vida de gloria y triunfos, pero también de romper esquemas, acompañar a los humildes y desafiar con la mirada firme a la elite que barre bajo la alfombra.

Mary Terán nació el 29 de enero de 1918 en Rosario en una familia de trabajadores. Hija del cuidador de las canchas y bufetero del Rowing Club de Rosario, se destacó en varios deportes al igual que sus hermanos, pero se enamoró del tenis. Aquel considerado como el "deporte blanco", con asientos reservados para unos pocos pudientes en aquella época, se encontró con una "foránea" que alteró el orden y popularizó la actividad mientras todos le daban la espalda. La carrera de Mary Terán habla con sus números: de 1100 partidos internacionales, ganó 832; fue la raqueta número 1 de argentina cinco años (tres de ellos consecutivos) en la década de 1940; llego a ser considerada top 10 mundial antes de los rankings oficiales y ganó 28 títulos.

Sin embargo, estuvo lejos de ser valorada. "Putita rosarina", le susurró en un cambio de lado su mayor rival, Felisa Piédrola. Mary perdió el partido sin terminarlo. Era 1939, dos años antes de que llegara a la cima del tenis argentino y relegara a la propia Piédrola, con quién también la enfrentaban su ideología y las diferencias que hacía la Asociación Argentina de Tenis (AAT). La criticaban por sus polleras "cortas", sus vestidos con transparencias y, posteriormente, por su identificación con el peronismo, mientras ella ganaba torneos y medallas en nombre de la Argentina. Detrás de todo se enmascaraba, y aún se esconde, un rechazo clasista y la bronca de la derrota.

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Mary Terán era criticada por su vestimenta. Una rival la tildó de "putita rosarina"

El surgimiento del peronismo la llevó a sumar su voz al ideal de justicia social y forjó una relación de amistad con Perón y Evita. Desde la Fundación de la "Abanderada de los humildes" y en su rol de directora de los Campos Deportivos Municipales de la Ciudad, Mary Terán de Weiss (apellido que adquirió por su matrimonio con el también tenista Heraldo Weiss, quien la introdujo al justicialismo) popularizó la actividad entregando raquetas en las barriadas y promoviendo la práctica. Una acción imperdonable para los sectores elitistas. En la cúspide de su deporte, no dudó en poner todo en juego por el compromiso social. Constituida como la tenista del pueblo, sobre todo después de su brillante actuación en los Juegos Panamericanos Argentina 1951, la vida de Mary Terán dio su primer vuelco en 1952 con la muerte de su marido. En el mismo año y por la misma enfermedad, falleció Eva Duarte. Viuda al igual que Perón, los rumores los vincularon sentimentalmente y se dice que el General le llegó a proponer matrimonio, pero ella lo rechazó porque su camino era otro. 

El golpe de Estado de 1955 sorprendió a Mary mientras disputaba el Abierto de Alemania Oriental. No volvió al país, sus bienes fueron confiscados y desde una intervenida AAT se reiteraron las exigencias para que le prohibieran competir. La oleada de olvido no pudo doblegar a la Federación Internacional de Tenis, que le permitió seguir jugando los torneos europeos, pero esa estocada fue la primera herida profunda. Repuesta la democracia con la presidencia de Arturo Frondizi, Terán volvió al país, pero recibió el rechazo masivo del mundo tenístico. Solo River le abrió las puertas y la sumó a su equipo, pero las rivales no se presentaban a jugar contra ella, expresando un rechazo sin precedentes que motivó la suspensión del Campeonato Interclubes de 1963.

Mary Terán de Weiss junto a Perón y su marido, Heraldo Weiss.

Mary devolvió el servicio y escribió una fulminante carta abierta en El Gráfico en 1964"Mi situación constituye una inhumana e injusta persecución, alentada por el inconfesable deseo de evitar que vuelva al primer plano en mi deporte favorito. No tengo ni he tenido nunca nada que reprocharme y así lo atestiguan los innúmeros documentos que obran en mi poder, cuya publicación aclararía la equívoca situación de ciertos detractores actuales, que en su oportunidad se complacieron recibiendo aquello mismo que hoy censuran".

"¡Qué fácil olvida la gente! Ahora algunos miembros del consejo directivo de la Asociación Argentina de L.T. apoyan con su silencio semejantes actitudes insultantes contra mi persona y ofensivas para una prestigiosa institución como es River Plate", sentenció sin medias tintas. Dolida y sin rivales, Mary Terán se alejó del tenis para siempre y se dedicó a sostener el local de ropa deportiva que habían fundado con Heraldo Weiss mientras la depresión ganaba terreno.


Atrapada en el olvido y la humillación, Mary Terán se suicidó en 1984. A los 66 años, la tenista pionera se tiró desde el séptimo piso de un edificio en Mar del Plata, al que había llegado con unas amigas luego de otro episodio en el que intentó quitarse la vida. Apenas cuatro años antes, libró su última batalla por un tenis más popular: aún en dictadura, reunió más de 5000 firmas y publicó una solicitada en el diario La Nación para apoyar a Guillermo Vilas en un conflicto económico con la AAT.

La invisibilización de Mary continuó tras su muerte. En 2007, la Legislatura porteña bautizó con su nombre al estadio del Parque Roca, pero la gestión de Mauricio Macri desarrolló una inventiva intensa para los eufemismos y las omisiones que evitaron su título en los carteles, tickets y materiales promocionales de los eventos, hasta que intervino el INADI. Esa decisión de 2007 volvió a activar la memoria. Desde entonces el nombre de Mary Terán reapareció, fue revindicada en el Rowing Club y hasta tenistas históricas de nuestro país conocieron por primera vez su historia de tenis y lucha.

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Manuel Rodríguez

Me gusta explicar temas, conocer mundos nuevos para contar de qué se tratan y escribir de deporte más allá de las pelotas. También hago #QueSeVayanACuba y otras cosas audiovisuales. Nacido y criado al sur del Conurbano bonaerense e hijo de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Fanático del básquet y los juegos de mesa. De Temperley por sobre todas las cosas.