La tenista neozelandesa Lulu Sun, clasificada 123 del mundo, sorprendió el domingo a la británica Emma Raducanu en los octavos de final de Wimbledon y eliminó a la última local en competencia por 6-2, 5-7 y 6-2.
La vacilante esperanza de que el renacimiento de Raducanu durase en el Grand Slam sobre hierba se apagó rotundamente cuando Sun la derrotó para alcanzar los cuartos de final.
Raducanu conocía a la perfección los peligros que entrañan las jugadoras provenientes de la clasificación en los Grand Slams, después de que ella misma se coronó campeona en el Abierto de Estados Unidos hace casi tres años habiendo disputado la fase previa.
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Sin embargo, la actuación de Sun fue tan impresionante que incluso Raducanu se quedó un poco atónita ante la fría compostura y la imperturbable valentía de la neozelandesa para superar a la campeona de Flushing Meadows en 2021 ante un público entregado en la Pista Central.
"Ha sido un gran partido. Me esforcé al máximo para conseguir la victoria", declaró Sun después de romper a llorar antes de su entrevista en la pista. "Tuve que luchar con uñas y dientes porque, obviamente, ella iba a ir a por todas las pelotas y a pelear hasta el final".
Raducanu había mostrado destellos de su mejor forma durante la primera semana en el All England Club, y su victoria sobre la novena cabeza de serie, Maria Sakkari, en la ronda anterior había despertado la esperanza entre los aficionados británicos de que su resurgimiento podría propiciar que siguiera avanzando en la hierba londinense.
Sin embargo, la exhibición del domingo demostró que aún estaba lejos de ser la jugadora que asombró al deporte cuando tenía 18 años en Nueva York.
Desde el principio, Raducanu pareció fuera de ritmo, casi somnolienta en comparación con la enérgica Sun, cuyos golpes de fondo tenían mucha más velocidad y penetración.
Por el contrario, la derecha de Raducanu carecía de su chispa habitual y parecía temer soltar el freno de mano, quizá porque cada vez que lo hacía, se salía con frecuencia de su objetivo.
Es posible que Raducanu temiera la desaprobación del público de la Pista Central después de que el jueves, en la despedida de Andy Murray de Wimbledon, se retiró del dobles mixto alegando rigidez en la muñeca.
Sin embargo, bajo el techo de la Pista Central, mientras la lluvia caía fuera, los aficionados aportaron su granito de arena, deseando que se afianzara en una contienda que Sun parecía tener firmemente controlada.
Tras una fea caída y un largo tratamiento, Raducanu sufrió un quiebre en el primer juego del tercer set, y de nuevo cuando Sun se puso 5-2 por delante.
Raducanu evitó un punto de partido, pero Sun no se rindió, y con una derecha ganadora consiguió otro punto de partido y la victoria cuando la británica devolvió un golpe largo.
En otros partidos, la croata Donna Vekić derrotó a la española Paula Badosa por 6-2, 1-6 y 6-4, mientras que la italiana Jasmine Paolini se quedó con el partido contra la estadounidense Madison Keys cuando su rival se retiró con la cuenta en 6-3, 6-7(6) y 5-5.
En un partido entre estadounidenses, Emma Navarro derrotó a Coco Gauff por 6-4 y 6-3.
Con información de Reuters