El calor abrasador obligó a detener los partidos al aire libre, hizo correr a los aficionados en busca de sombra y puso a prueba la resistencia de los jugadores en la segunda jornada del Abierto de Australia, el martes, antes de que la lluvia interrumpiera el juego por la tarde en Melbourne Park.
Los organizadores invocaron su Política de Calor Extremo a las tres horas de la sesión diurna, cuando las temperaturas rozaban los 36 grados centígrados y las abrasadoras ráfagas de viento soplaban en el recinto.
La Escala de Estrés Térmico del torneo, que mide el calor radiante, la humedad y la temperatura del aire a la sombra, cruzó su umbral máximo de 5 unidades, obligando a detener 10 partidos al aire libre en el torneo de Grand Slam.
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El ex número uno del mundo Andy Murray sudó la gota gorda para imponerse al italiano Matteo Berrettini en un emocionante partido a cinco sets en el Rod Laver Arena.
La francesa Caroline García, que se impuso a Katherine Sebov por 6-3 y 6-0 en la pista principal antes del partido de Murray, dijo que el calor no le había afectado demasiado.
"Tengo que admitir que en la Rod Laver Arena se estaba bastante bien. Obviamente hacía calor. Era agradable poder caminar un poco a la sombra cuando podías sacar, pero no sentí tanto calor", dijo García. "No sé si el público tiene aire acondicionado o algo así. Se sentía caluroso, pero bien".
El juego en las pistas al aire libre se reanudó después de tres horas, a las 17.00 hora local (0600 GMT), cuando las condiciones mejoraron, pero a los aficionados les aguardaban más frustraciones y retrasos, ya que apareció la lluvia.
El retraso por el calor no fue bien recibido por todos los jugadores y el australiano Jordan Thompson se enfadó cuando su partido en la Pista 3 se detuvo cuando iba perdiendo con el estadounidense J.J. Wolf 6-3 y 1-3.
"¿Cuándo ha pasado esto?", le espetó Thompson, número 88 del mundo, al juez de silla. "He estado aquí cuando hacía como 45 grados".
La temperatura ya rozaba los 30 grados cuando comenzaron los partidos por la mañana, y la canadiense Leylah Fernández se alegró de deshacerse de la veterana francesa Alize Cornet en sets corridos en el primer partido de la Pista 3.
"Creo que lo hice bien gestionando mis emociones y, sobre todo, el calor, tratando de no ponerme demasiado nerviosa", declaró Fernández a la prensa.
El calor extremo es una característica del Abierto de Australia, que se celebra a mediados del verano austral, obliga a suspender partidos a veces y deja a los organizadores con quebraderos de cabeza a la hora de programar el torneo.
Tennis Australia ajustó su política de calor extremo a finales de 2018 después de que los jugadores se quejaran de los riesgos para la salud y la seguridad bajo el sistema anterior. El miércoles se espera un día más agradable, con un descenso de la temperatura de más de 10 grados.
(Editado en español por Carlos Serrano)