Carlos Alcaraz, primer cabeza de serie, abrió el martes su campaña en Wimbledon de forma implacable, enviando al veterano francés Jeremy Chardy a casa con una paliza de 6-0 6-2 7-5.
Casi al mismo tiempo que el ocho veces campeón Roger Federer recibía una entusiasta recepción como invitado del palco real en la Pista Central, Alcaraz demostró por qué se le considera el futuro del tenis masculino en la Pista Uno.
Bajo techo, Alcaraz, de 20 años, sometió al desafortunado Chardy a una dura tunda, lanzando feroces saques y derechas con una potencia aterradora.
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Alcaraz, campeón del Abierto de Estados Unidos, que regresó a lo más alto de la clasificación ATP tras ganar el título del Queen's Club sobre hierba la semana pasada, se llevó el primer set en 20 minutos.
Cuando ganó los dos primeros juegos del segundo set, la situación empezó a ponerse fea para Chardy, de 36 años, cuyo último torneo de Grand Slam se estaba convirtiendo en un espectáculo de terror.
Chardy, que llegó a ser el número 25 del mundo y venció a Federer en una ocasión, se puso por fin por delante en el marcador con una rotura de servicio que fue recibida con calurosos aplausos.
Chardy convirtió el partido en una contienda en el tercer set, cuando el sonido de los disparos de Alcaraz quedó temporalmente amortiguado por la lluvia que golpeaba el techo translúcido.
Alcaraz perdía por 4-2 después de un servicio descuidado, pero no estuvo de humor para regalos de jubilación y volvió a emplearse a fondo para acabar con su oponente en poco menos de dos horas, sellando la victoria con un "ace".
Con información de Reuters
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