Carlos Alcaraz tuvo un comienzo casi perfecto en su búsqueda del título de Wimbledon el martes, pero le faltó solo una cosa: la presencia de Roger Federer en las gradas de la Pista Uno para que pudiera verlo.
El suizo, ocho veces campeón, fue el invitado de honor en el palco real de la Pista Central mientras Alcaraz despachaba al francés Jeremy Chardy por 6-0 6-2 7-5 en la otra cancha.
Si Federer hubiera estado presente, seguramente habría quedado impresionado por la ferocidad del juego del primer cabeza de serie, que logró 25 golpes ganadores desde la línea de fondo en poco menos de dos horas.
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"Tengo un poco de celos, entre comillas, de que no haya estado en mi partido. He visto que estaba por Wimbledon cuando he mirado el móvil al acabar el partido", dijo a la prensa el español, que a pesar de rezumar confianza en la pista sigue siendo extremadamente humilde fuera de ella.
"Quiero que Roger Federer vea uno de mis partidos, obviamente. Me gustaría hablar un poco con él. Para mí sería increíble. Espero verle más de una vez", agregó.
No está claro cuánto tiempo se quedará en Londres el retirado Federer, pero si se queda, seguramente querrá ver en la pista al hombre al que se etiqueta como el futuro del tenis masculino.
El transalpino tardó hasta su quinta participación en proclamarse campeón de Wimbledon en 2003, pero Alcaraz no quiso restar importancia a sus posibilidades de ganar el título en su tercer intento.
"Tengo mucha confianza ahora mismo. El principal objetivo para mí este torneo es ganar, ganarlo", dijo el murciano, que acabó con Chardy con un décimo ace.
El campeón del Abierto de Estados Unidos, que regresó al número uno del mundo tras ganar el título de Queen's en el que era sólo su tercer evento sobre hierba, superó el set inicial en 20 minutos con el público boquiabierto ante la potencia de sus golpes.
En el tercero, sin embargo, sufrió un lapsus que ofreció a Chardy, de 36 años, la oportunidad de prolongar el que era el último partido de su larga carrera. Sin embargo, se centró rápidamente, tras ir perdiendo por 4-2 con un juego de servicio descuidado, y se alzó con la victoria.
Aunque es el primer cabeza de serie, Novak Djokovic sigue siendo el favorito en su intento por lograr un octavo título en Wimbledon, todo un récord, sobre todo tras vencer al español en las semifinales de Francia, en las que Alcaraz sufrió calambres en el cuerpo causados por el estrés de jugar contra el serbio.
A la pregunta de si le preocupaba jugar de nuevo con Djokovic, quizás en la final de Wimbledon la semana que viene, respondió: "Creo que aprendí mucho de ese partido para la próxima vez que me enfrente a Novak". "Va a ser diferente para mí. Voy a manejar la presión mejor que en la semifinal del Abierto de Francia", añadió.
Con información de Reuters
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