"A Toresani, Segurola y Habana 4310, séptimo piso". Esas palabras confeccionaron una mítica frase que perduró en el tiempo. Tanto que, a 25 años de ser dicha, sigue pronunciándose en la boca de millones de argentinos. Quien fue el creador de este momento no ha sido otro que Diego Armando Maradona, el ídolo de Boca Juniors que había vuelto al fútbol argentino para cerrar su carrera en el club de sus amores (con un paso previo por Newell's Old Boys).
Y allí fue: Boca jugó contra Colón en La Bombonera, del lado del Sabalero se encontraba Julio César Toresani. El Huevo tuvo un duro enfrentamiento con Diego Maradona y tras el encuentro se cruzaron dichos picantes. Pero quien jugó más fuerte, como siempre lo hizo, fue el Diez: "A Toresani, Segurola y Habana 4310, séptimo piso. Y vamos a ver si me dura 30 segundos".
Mariano Closs entrevistó a Diego Maradona luego de su mítica frase "Segurola y Habana..."
"Particularmente, a mí me pareció muy bien que después del entredicho con Toresani hayas salido a pedir disculpas. Además de la calentura del momento", le manifestó Mariano Closs a Diego Maradona, al aire de TyC Sports en el año 1995. De forma sutil, el famoso relator de fútbol (quien por entonces recién se iniciaba en el camino periodístico) le dejó en claro a Pelusa cuál fue su posición tomada en cuanto a este asunto.
Del lado de Maradona, visiblemente compungido, sólo hubo arrepentimiento: "Me equivoqué muchísimo, me dio mucha vergüenza cuando llegué a casa. Y al otro día. Me vi como que reaccioné mal, y me dio mucha vergüenza. Por eso le pedí disculpas a Toresani, a la gente por sobre todas las cosas, que estaba mirando Fútbol de Primera".
Diego Maradona había invitado a pelear a Toresani en su casa, en la misma donde residía junto a Claudia Villafañe y las dos hijas de su matrimonio con la empresaria (Dalma y Gianinna). "Estábamos metiéndole al fútbol cosas que no tienen nada que ver. No hablé con Toresani pero me gustaría hablar con el Huevo, le hice las disculpas públicas pero me gustaría hablar con él personalmente, pedirle perdón por todo lo que dije y por sobre todas las cosas invitarlo a casa para comer", sentenció el Diez.
Poco tiempo después, Toresani y Maradona serían compañeros en Boca Juniors y se convertirían en grandes amigos. De hecho, tras la muerte del Huevo (se quitó la vida en abril de 2019, inmerso en una profunda depresión), Diego compartió un emotivo mensaje en sus redes sociales despidiendo a quien fue rival, compañero y entrañable amigo de la vida.