Juan María Traverso, el ícono del automovilismo argentino, se retiró del deporte dejando un legado imborrable. Conocido como "El Flaco", Traverso jugó un papel protagonista en innumerables hazañas y polémicas a lo largo de su exitosa carrera. Ahora su fallecimiento se convirtió en un terrible golpe para el deporte nacional.
El TC 2000 fue el escenario donde Traverso brilló con luz propia. En los años 80, este corredor apostó por la nueva categoría y logró llevarla a la fama. No hay dudas de que su participación fue fundamental en el crecimiento y popularidad del TC 2000.
Con seis coronas de Turismo Carretera, siete de TC2000 y tres de Top Race, Traverso dejó su marca en la historia de estos campeonatos. Su carrera oficial comenzó el 31 de octubre de 1971 en la Vuelta de Pergamino y se retiró en 2005. Durante estas décadas, Traverso demostró ser un competidor incansable y talentoso, conquistando su primera victoria el 29 de octubre de 1972 en la Vuelta de 25 de Mayo, y su última el 22 de agosto de 2004 en Olavarría.
Uno de los momentos más destacados de su carrera fue cuando convenció a Renault para pintar de negro una cupé Fuego, modelo con el que Traverso obtuvo numerosas victorias, incluso ganando una carrera con el auto incendiado. Su influencia en el automovilismo argentino era innegable.
Pero Traverso no se limitó al TC 2000. Ganó cuatro títulos en el Turismo Carretera y se convirtió en el único piloto en ganar los dos campeonatos más importantes de Argentina en una misma temporada. Su talento trascendió las rivalidades de marcas, llevando el #1 tanto en un Ford como en una Chevy.
El retiro de Traverso dejó un vacío en el automovilismo argentino. Su carisma y sus duelos épicos con otros pilotos, como el Loco Luis o el Gurí Martínez, quedarán en la memoria de todos los fanáticos. Aún después de colgar el casco, seguía siendo una figura referente en el ambiente automovilístico, generando suspenso y emoción cada vez que aparecía en un autódromo.