Los organismos futbolísticos UEFA y FIFA intentarán convencer la semana que viene al máximo tribunal europeo de que tienen derecho a impedir que los clubes se unan a una liga disidente y a sancionar a los jugadores, en un caso que podría romper su poder de monopolio y sus lucrativos derechos mediáticos.
La disputa entre la UEFA, la FIFA y la Superliga Europea tiene ramificaciones para otros deportes, clubes y jugadores que aspiran a acuerdos lucrativos ofrecidos por organismos disidentes y esperan hacer caja durante carreras relativamente cortas.
Anunciada en abril del año pasado, la Superliga Europea se derrumbó en menos de 48 horas después de que la protesta de aficionados, Gobiernos y jugadores obligara al Manchester United, el Liverpool, el Manchester City, el Chelsea, el Tottenham Hotspur, el Arsenal, el AC Milán, el Inter de Milán y el Atlético de Madrid a retirarse.
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Sin embargo, el Real Madrid, el Barcelona y la Juventus siguen sin abandonar el proyecto. La Superliga presentó su queja ante un tribunal español, que posteriormente solicitó asesoramiento al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), con sede en Luxemburgo.
La cuestión es si ciertas disposiciones de los estatutos de la FIFA y la UEFA que les permiten bloquear eventos rivales se ajustan a las normas de competencia de la UE contra las empresas u organismos que abusan de su posición dominante.
El TJUE también tendrá que decidir si la amenaza de ambos organismos de prohibir a los clubes y a los jugadores participar en la Superliga o de prohibirles participar en los partidos de la selección nacional constituye un abuso de poder.
Los derechos de la UEFA y la FIFA sobre los medios de comunicación en la competición es otro de los temas que el Tribunal deberá tratar durante la vista del 11 y 12 de julio. Se espera una sentencia el año que viene o más tarde.
La UEFA ha dicho previamente que sigue confiando en su posición en todas las jurisdicciones pertinentes. "Confiamos en que el Tribunal de Justicia Europeo interpretará correctamente la ley de competencia de la UE y los precedentes existentes", dijo un representante de la Superliga.
Es hora de cambiar el sistema, dijo Mark Orth, del bufete de abogados MEOlaw.
"La actual posición de monopolio de las federaciones deportivas, no cuestionada por la competencia sino fortificada por las disposiciones de exclusividad, que impide la aparición de cualquier tipo de competencia, es el origen de numerosos acontecimientos perjudiciales en el mundo del deporte", dijo.
"La cuestión de la propiedad de los derechos mediáticos es la cuestión decisiva en todos los deportes y decide la relación entre federación y clubes", dijo Orth.
Más de 20 países europeos y la Comisión Europea respaldan a la UEFA y la FIFA. El caso es el C333/21 European Superleague Company.
Con información de Reuters
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