Si existe un ejemplo de superación en el fútbol, ese es Lautaro Javier Martínez. Surgido en el humilde Liniers de Bahía Blanca, alguna vez fue rechazado por Boca pero jamás se rindió. Su mentalidad competitiva hizo que pasara a Racing para brillar a pleno. Con sus grandes rendimientos en "La Academia", fue vendido por alrededor de 23 millones de euros a Inter de Italia a mediados de 2018. No conforme con ello, "El Toro" la rompió en Milán: ya anotó más de 100 goles oficiales, se transformó en el capitán del equipo y alcanzó la final de la Champions League frente al Manchester City de Pep Guardiola. Tan bien le fue en el Calcio que se consolidó como el centrodelantero titular de la Selección Argentina, con la que fue campeón de América, de La Finalissima y del mundo.
El atacante de 25 años comenzó a destacarse desde muy pequeño en Liniers de su ciudad natal de la Provincia de Buenos Aires, institución a la que llegó de muy pequeño y quedó definitivamente con apenas 15 de edad. El goleador viene de una familia deportista: es hijo Karina Vanesa Gutiérrez y de Mario Martínez, un exlateral izquierdo de Villa Mitre durante cinco temporadas en la segunda división. Además, disputó 13 campañas en el Torneo Argentino con los colores de Rosario Puerto Belgrano (Punta Alta), Racing de Olavarría y el propio Liniers. Oriundo la misma tierra que Emanuel Ginóbili, el básquet fue otra de sus pasiones desde chico también desde el lado familiar. De hecho Jano, uno de sus hermanos, juega a ese deporte en Villa Mitre. El otro del trío, Alan, viste la camiseta de Liniers y patea la número 5. "Mi abuela fue una de las primeras mujeres en jugar al fútbol en el país", reveló alguna vez en una entrevista en ESPN. Incluso, en el barrio recuerdan a Luisa Esther Aguilar como "una goleadora letal". El abuelo del "Toro", Mario Óscar Martínez, también fue jugador.
"De chico jugaba al basquet, pero a los 15 años tuve que elegir y me decidí por el fútbol", reveló Lautaro en una nota para El Gráfico. "Pero, si no fuera futbolista, jugaría al básquet. Me encanta. Es más: prefiero mirar un partido de básquet que uno de fútbol", se sinceró a la hora de elegir entre las dos actividades que marcaron su vida dentro de una cancha. Con el correr del tiempo, Martínez siguió demostrando sus grandes cualidades futbolísticas y pasó a Racing a fines de 2013, mientras integraba la Selección Argentina Sub 17. En ese entonces, Fabio Radaelli, el entrenador de la Reserva del equipo de Avellaneda, fue quien lo vio en un entrenamiento en Liniers e hizo las gestiones para llevarlo a "La Acadé".
En forma exclusiva con El Destape, el exjugador y actual DT de 54 años recordó el momento en el que quedó fascinado con el atacante durante un entrenamiento en Bahía Blanca. Inmediatamente, cuando dirigía a la Reserva de "La Academia", pidió que fuera aceptado en muy poco tiempo porque también estaban las chances de que se fuera a River o a Vélez. Casi una década después de aquel momento, recordó con este portal que "en noviembre de 2013 fue a una prueba en Liniers, que es un club históricamente formador de muy buenos jugadores". También rememoró que "en ese momento, la división 1996/1997 estaba entrenando con la Selección de Bahía, que tenían que disputar un torneo contra un equipo de las Selecciones juveniles". Incluso, puntualizó en que "se hizo una gestión y por suerte pudo venir esa Selección juvenil para una práctica de fútbol de 40 minutos". Coordinador general en Racing durante un largo perìodo, Radaelli lo tuvo claro desde el principio claro: "Pasè el informe de que inmediatamente había que ficharlo".
Igualmente, Radaelli aclaró que no fue tan sencillo quedarse con el futbolista: "Tuvimos que hablar con la familia, con su representante, para poder ficharlo. Su situación era especial porque nosotros considerábamos que era un jugador de clase A, es decir que no necesitaba una prueba en Racing, sino el fichaje directamente". En esa línea, contó que habló con Adrián "Oso" Fernández, que en ese momento era el presidente del fútbol amateur, y profundizó: "Le comuniqué que teníamos que manejarnos en forma urgente porque Lautaro en febrero (de 2014) tenía una prueba en Vélez y otra en River". "Les dije que para mí había que actuar para que no tuviera esas pruebas porque con lo que había visto era suficiente, estábamos en presencia de un jugador importante, pero uno no se imaginaba todo lo que después le pasó... En ese momento uno pensaba en incorporar a un chico del fútbol amateur", insistió.
A Racing le costó ficharlo, pero hubo otros que no vieron la calidad del crack. Se les escapò. En una entrevista con ESPN, el campeón del mundo contó que no fue aceptado en una prueba en el predio de los juveniles del "Xeneize" y lo repasó: “Me dijeron que no tenía potencia ni velocidad, que trabajara en eso y que quizá en un futuro podía volver”. "A los 11 años me habían llamado, pero mi mamá no me dejó ir porque era muy chico. A los 15 tomé la decisión de ir porque me habían ido a buscar de nuevo. Después de esa respuesta volví a Bahía Blanca. Estaba medio resignado y enojado", se sinceró. Por otro lado, contó que tampoco tuvo éxito en San Lorenzo: "Fue medio raro. Hicimos un entrenamiento los chicos de prueba contra los de la AFA y no toqué una pelota... Así se hace difícil que a uno lo vean”.
Por otro lado., al respecto de lo que le tocó vivir en Racing, el coordinador que lo vio de inferiores señaló que vivió una "una situación difícil es que al principio, cuando vino a Racing. Él es muy familiero, muy apegado a sus seres queridos, y se le estaba haciendo difícil. Extrañaba". Pero los planetas se alinearon. Hubo un torneo latinoamericano en Mar del Plata, donde participaban equipos argentinos y extranjeros. Ahí se produce la lesión de Brian Mansilla, que era uno de los delanteros de la división. Se desgarró y allí apareció Martínez. Rápido Radaelli se acordó de la situción triste que vivía el delantero y viendo lo que estaba pasando con Lautaro, se decide en ese momento subirlo a la delegación que viajaba a Mar del Plata, dirigida por Manuel Fernández. La decisión fue apropiada. En ese torneo torneo e hizo nueve goles en seis partidos. "Eso nos sirvió para que se adaptara mucho mejor. Habíamos hecho un arreglo de que si después necesitaba ir una semana a Bahía a estar con sus seres queridos, lo íbamos a hacer. Esa fue la primera decisión difícil de Lautaro".
Acerca de la mentalidad con la que el bahiense suele afrontar cada cuestión dentro y fuera de la cancha, Radaelli contó en charla con este medio que "otra de las situaciones que me llamó mucho la atención es que cuando él se incorpora a Casa Tita, que es el lugar donde se hospedan los chicos del Interior, Cecilia Contarino (psicóloga y encargada de Casa Tita) siempre hace evaluaciones psicológicas". En ese instante, se dio cuenta de que su valía como jugador no era solamente por lo que hacía en el campo. "En una de esas evaluaciones, viene Cecilia al predio y ella, con total naturalidad, me pregunta cómo jugaba Lautaro. Yo no sabía qué había sucedido y le preguntó qué pasó. Y dice: ´Te preguntaba cómo juega porque los resultados que me dan en el test psicológico ha sido uno de los más importantes de Casa Tita de toda la historia´", precisó el entrenador.
En los dos años que lo tuvo, en 2014 y 2015, Lautaro Martìnez jugó 50 partidos e hizo 51 goles lo que es una marca increíble para un jugador de las inferiores. Sobre la rápida progesión del "Toro" en la elite, Radaelli aseguró que "eso hizo que lo citaran a la Selección y que el camino a la Primera fuera corto, rápido. Juega pocos partidos en la Reserva y después (Ricardo) Zielinski lo hace debutar en la Primera. Después fue uno de los jugadores más importantes del fútbol argentino, y hoy lo es del mundo".
Radaelli puntualizó: "Lo que más me llamaba la atención era su cabeza preparada para este tipo de desafíos. Cuando vino de Bahía ya sabía lo que quería. La cabeza de él está preparada para sobreponerse a cualquier adversidad que se le presente". Definió a Martínez dentro de un grupo de "esos chicos que a mayor responsabilidad, a mayor nivel, sacan eso que tienen adentro porque nació para este tipo de cosas. Son esos deportistas de clase A". "No me sorprende la actualidad porque continuamente se fue superando a la adversidad que se le ponía. Cuando vino de Bahía era estar en Racing, después ser profesional, después destacarse en la Selección... Continuamente fue superando obstáculos, está preparado para esto", sentenció.
El premio le llegó bastante rápido al bahiense: poco más de un año después de su arribo a Avellaneda, debutó en la Primera el 31 de octubre de 2015 en la victoria por 3-0 ante Crucero del Norte en El Cilindro. La historia le hizo otro guiño: ingresó por Diego Milito, quizá el máximo ídolo del club en los últimos 30 años. A partir de ese momento bisagra en su trayectoria, todo fue en ascenso a un ritmo infernal: goles, partidos brillantes, la recuperación de una larga lesión, la visita del entonces DT de la Selección Jorge Sampaoli y la multimillonaria venta a Inter a mediados de 2018 por 23 millones de euros. Igualmente, el delantero debió superar otro trago muy amargo en su incipiente recorrido como profesional: no fue citado al Mundial de Rusia.
"Sampa" eligió a los experimentados Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín en aquella época, por lo que Lautaro debió mirar la Copa del Mundo por la televisión con casi 21 años. Fiel a su estilo, no disparó públicamente contra el técnico albiceleste, sino todo lo contrario: "Sin dudas hay bronca, pero felicidad también, porque estar entre los 35 mejores jugadores argentinos del mundo (de la lista preliminar) que elige el entrenador de la Selección es fruto del trabajo, del sacrificio que uno hace día a día". "Pero hay que continuar, no nos podemos quedar... Estamos bien, con fuerza, y ahora hay que alentar por los 23 que eligieron y van a hacer un gran Mundial", declaró con muchísima madurez pese a su juventud.
Cuatro años y medio más tarde le llegó la revancha: más allá de que en Qatar 2022 no rindió como se esperaba por una molestia en ambos tobillos, de la que se operará a mediados de 2023, fue campeón del mundo. Y sumó el trofeo más deseado a los de la Copa América 2021 y La Finalissima 2022 con "La Albiceleste". De a poco, el artillero se adaptó al fútbol italiano hasta transformarse en un símbolo del plantel de Inter. Tal es así que es el nuevo capitán, la principal figura y uno de los mejores delanteros del planeta en la actualidad. Ahora, intentará amargar al Manchester City de Julián Álvarez y Guardiola en la final de la Champions. Un todoterreno.