Desde hace un largo tiempo, cuando de fútbol se habla, los equipos argentinos aparecen como los mejores. El cliché, a nivel mundial, es hablar de la potencia que tiene Brasil en este deporte en cualquier disciplina donde hay una pelota rodando en el piso, pero lo cierto es que en los últimos años Argentina tomó este lugar y cada vez que hay una competencia convencional o adaptado, los equipos argentinos se consagran, compiten y, sobre todo, destacan. En este caso, la Selección Argentina de fútbol femenina integrada por mujeres no videntes se consagró campeona del mundo en el primer Mundial de la competencia. Las Murciélagas no solo son el mejor equipo del mundo, sino que también son las primeras en jugar al fútbol bajo esta modalidad.
Las mujeres no son las únicas que ganaron, los varones también lo hicieron y salieron campeones este último viernes. Como Maximiliano Espinillo a la cabeza, el equipo argentino se consagró campeón del mundo. Cordobés y de 29 años, el crack argentino que tomó la posta de Silvio Velo metió seis goles en el torneo y alcanzó el título. Si bien el nombre de Los Muerciélagos está mucho más metido en el imaginario popular, lo cierto es que desde el 2011 se empezó a mover la idea de hacer una selección femenina, un equipo de mujeres que tenga una liga detrás.
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También con base en Córdoba, un grupo de mujeres y un entrenador con muchas ganas de generar algo distinto fueron los que, lentamente, armaron un desarrollo. Así fue como, en 2012, se creó el primer equipo, luego una "Liga" y, a posterior, una Selección Nacional que contó con jugadoras de diferentes puntos del país. Uno de los que empezó a con esta idea fue Gonzalo Abbas, actual entrenador de Las Murciélagas. El director técnico arrancó con este deporte no solo como un técnico o un profesor de educación física que acompañó, por el contrario siempre estuvo involucrado. Primero como jugador. Desde 2001 a 2010 fue parte de la Selección Argentina de fútbol para ciegos. Participó como arquero -el único del equipo que puede ver- y disputó varios torneos continentales con el equipo. Participó de dos mundiales, ocho campeonatos y dos Juegos Olímpicos. Los triunfos fueron múltiples.
Más allá de los títulos, hubo otra semilla que quedó sembrada y que con el tiempo creció. Las ganas de seguir ligado lo llevaron a generar una iniciativa con mujeres y así fue como arrancó el proyecto. "En 2012 empezamos con el fútbol femenino", cuenta Abbas en charla con El Destape. En ese sentido recordó: "Las chicas fueron inspiración en todo el mundo porque no había un equipo femenino. Fue la primera vez que las chicas salieron a armar equipos. Fue un proceso largo, que costó pero se sumaron". Sin embargo, también ratificó que encontró una pasión latente que hizo fácil encontrar jugadoras: "No fue difícil sumar jugadoras. Solo que no se les había dado el espacio, el tiempo y la dedicación. Solas empezaron a aparecer chicas con interés de practicar. Empezaron a sumarse chicas también porque las motivábamos y todas son apasionadas. A muchas les gustaba escuchar los partidos de futbol, son hinchas de distintos cuadros y cuando vieron la oportunidad se sumaron".
El proceso al que se hace referencia tiene que ver con la transformación de una actividad recreativa a la búsqueda de convertir el deporte en uno de "alto rendimiento" en el que las jugadoras se preparan bajo un plan específico. "Se trabajó en el desarrollo en el país y la Liga Nacional ya cuenta con cinco equipos", reveló el director técnico a este medio. Vale decir que Argentina fue uno de los ocho participantes del primer mundial de la disciplina y que, en principio, estaba marcado como el "anteúltimo" clasificado. En la competencia contó con rivales como Inglaterra, Alemania, Japón, India, Ghana, Costa de Marfil y Mali. En este sentido, Abbas sostuvo: "Cuando ganamos el primer partido a Alemania, ahí me di cuenta que habíamos hecho un gran trabajo y que estábamos para mucho más". Es que un partido ante un rival tan poderoso significó un fuerte resplado. En ese primer encuentro, Argentina ganó 3-0 y contó con un verdadero golazo de Yohana Aguilar, una de las mejores jugadoras del plantel nacional. En la final, el triunfo 2-1 ante Japón entregó el título tan ansiado en este primer torneo.
Más allá del triunfo de las mujeres en esta disciplina, lo cierto es que Argentina se convirtió en una verdadera potencia de la categoría. Un par de días después, de la mano de Maximiliano Espinillo, el equipo nacional se quedó con el título de varones tras vencer en la final -por penales- a China. El triunfo se sumó a la larga carrera de éxitos de este equipo que sumó la tercera estrella a nivel Mundial. La historia de Maxi, por ejemplo, en este caso es reconocida. En una charla con La Garganta Poderoso había contado que cuando vivía en la Villa El Nylon de Córdoba no solo estaba en "una casa que llovía más adentro que afuera" sino que también encontró la forma para jugar a la pelota.
A los cinco años, después de haberse quedado ciego por un desprendimiento de retina producto de un virus, sus ganas de jugar al fútbol con algunos amigos no cesaron. Y sus padres también lo ayudaron. Se la ingenió. En la misma charla con La Garganta contó: "Le ponía una bolsa a la pelota o agarraba una de plástico, la pinchaba y le ponía algunas piedras para que hiciera ruido". Ahora, más de veinte años después esos comienzos se notan en Tokio. Tal cual ocurre a nivel convencional, una vez más el fútbol de potrero se mantiene y eso marca la diferencia.
Argentina no solo es campeón del mundo a nivel del fútbol convencional, también es subcampeón del mundo en Futsal y subcampeón de la Copa América en Fútbol Playa. Además cuenta con un crecimiento repentino en el fútbol femenino en todas las disciplinas. Es que la pelota nos domina, pero más allá de las actividades que están reguladas por AFA, cada vez que una número cinco rueda el jugador argentino de cualquier selección de fútbol sabe, le gusta y corre más. Así fue como el equipo argentino de Talla Baja salió campeón de América y de la Eurocopa, el equipo nacional de fútbol con parálisis cerebral (Los Tigres) son protagonistas en cada torneo y así en diferentes categorías. "Somos todos muy apasionados del fútbol, ya desde el ADN. Y todos jugamos, entrenadores, profes. Nos gusta y por eso creo que nos va tan bien siempre. Tenemos, además, una facilidad de adaptación por todo lo que hemos vivido en muy pocas parte del mundo", reveló Abbas sobre esta situación sobre el fútbol argentino.
En este punto ya queda claro que el fútbol argentino no solo está compuesto por las Selecciones de AFA sino por muchos equipos más que, con sus propias habilidades, visten la camiseta celeste y blanca con la misma motivación que las grandes. Esta misma semana, dos selecciones brindaron una alegría. Con un Estado presente a través de la Secretaría de Deportes, los dos equipos argentinos nos hacen sumar un motivo de orgullo, de sentir que cada uno de los que quiera superarse puede hacerlo y cuenta con la misma motivación de representar al país. Un motivo de orgullo más de la celeste y blanca.