Emiliano "Dibu" Martínez tuvo que transitar un sendero repleto de obstáculos hasta llegar a transformarse en una referencia en la Selección Argentina. Héroe contra Australia y Países Bajos en el Mundial de Qatar 2022, el arquero de 30 años tiene una historia llena de dificultades y escollos que a una persona con otra mentalidad la hubiese dejado en el camino.
Nacido el 2 de septiembre de 1992 en Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires), este futbolista de 30 años, 1.95 m. y 90 kilos comenzó su carrera en las infantiles de tres clubes de dicha ciudad: General Urquiza, Talleres y San Isidro. A los 10 años se probó en River y en Boca pero no quedó allí, por lo que se frustró y regresó a "Mardel" durante tres años hasta que a los 13 lo aceptó Independiente, donde se mantuvo hasta 2009.
"A veces no había para comprar botines ni ropa. Si había un cumpleaños, a veces a mi papá no le alcanzaba y compraba un solo regalo. Fue difícil y yo vi cuánto les costó", repasó el protagonista en el pasado. También llenó de elogios a Miguel Ángel "Pepé" Santoro, su mentor en las categorías menores del "Rojo" de Avellaneda, donde es ídolo: "Es una persona muy importante en mi evolución, siempre lo tengo presente. Si no hubiera sido por él, hoy no estaría acá. Me ayudó a crecer, no solo como arquero sino mentalmente".
En una charla con Super Deportivo Villa Trinidad (97.9), Santoro recordó cuando el Arsenal se interesó por él en 2009: "Estuvimos diez días juntos, me acuerdo de que me costó convencerlo para que tomara la decisión de quedarse y no volverse de Inglaterra cuando estaba en el Arsenal. Tenía muchas dudas porque se iba a un país distinto, aunque sabía que era una gran oportunidad". Y contó qué fue lo que le dijo incluso antes de que tomara la decisión: "Mirá que el tren muchas veces pasa una sola vez y no se repite". De esa manera, Emiliano se decidió a abandonar Buenos Aires pese a todo lo que eso conllevaba con solamente 17 años y partió hacia Europa en busca de sus sueños sin siquiera haber debutado en el primer equipo del "Diablo".
Luego de su participación en el Sudamericano sub 17 de aquel año, en abril Arsenal de Inglaterra se lo llevó por apenas 500.000 euros por el 65% del pase. Luego de haber pasado por la Reserva de "Los Gunners", con muy poca participación en la Primera, el club de Londres lo dio seis veces a préstamo. Sus nuevos destinos fueron Oxford, Sheffield Wednesday, Roterham, Wolverhampton, Getafe y Reading.
La consolidación en la Premier League llegó recién en septiembre de 2020, a los 28 años, cuando pasó a Aston Villa por 21,5 millones de euros: fue el arquero argentino más caro de la historia. Así, comenzó a tener continuidad como titular. Su bien nivel lo llevó a estar en la consideración de Lionel Scaloni para la Selección Argentina mayor, para las Eliminatorias y la Copa América de 2021.
Como consecuencia del Covid positivo de Franco Armani en medio de la pandemia de coronavirus, el DT se decidió por "Dibu" Martínez para defender los tres palos. A partir de ese instante comenzó un romance que parece inquebrantable con los hinchas de "La Albiceleste": desde el "mirá que te como, hermano" en los penales ante Colombia en las semis de la Copa América hasta "la pica" frente a Países Bajos para avanzar a las semifinales del Mundial de Qatar 2022.
Cómo se conocieron Dibu Martínez y su esposa Mandinha
Amanda Gama nació en Londres (Inglaterra), aunque es hija de una brasileña y un portugués, nacionalidad que lleva también. Más conocida por su apodo en las redes sociales, le contó en la entrevista a Jésica Cirio en Las mujeres de la Selección (Telefe) cómo se conocieron con el arquero marplatense.
"Mis padres tenían un restaurante en Londres y él empezó a venir. En esa época, yo estaba en la Universidad y también trabajaba en el restaurante ayudando a mis padres. Él iba a comer ahí con sus amigos", comenzó la diseñadora de interiores de 30 años con respecto a sus compañeros del Arsenal en aquel entonces.
"Él fue muchas veces y yo estaba trabajando... Era muy tímido, pero yo conocía a un amigo de él", relató la mujer de "Dibu". "Estábamos en la calle y cuando lo vi un par de veces pensaba que me podía saludar porque era sudamericano, pero cuando pasaba lo miraba y él bajaba la cabeza, yo pensaba que era agrandado", reconoció.
Sin embargo, también aclaró que poco a poco todo se fue acomodando: "Yo hablé con su amigo de él y se lo dije, al final ´Emi´ me mandó un mensaje. Me puso: ´Te quería decir que no soy agrandado, soy tímido, pero si querés vení a mi departamento y tomamos un café´". Incluso, repasó que después fueron a comer en varias ocasiones y admitió: "La primera vez que entró a mi casa, era tan alto... Y yo pensaba: ´No puedo estar con él, soy chiquitita...´. Cuando él entró, pensé: ´¡Qué grande que es!´. Para mí, él es muy lindo, el más lindo del mundo, pero era tan dulce... Siempre me trató así, me escribía cartas".
Acerca de la sacrificada carrera de Martínez hasta llegar a lo más alto, "Mandinha" rememoró que su marido, con quien se casaron el 22 de mayo de 2017 en Londres, "estuvo diez años esperando en el Arsenal, también era el desarraigo de no estar con su familia, de estar en el país en el que no hablaba en su idioma". Incluso, admitió que sufrió mucho en plena pandemia antes del nacimiento de Ava en julio de 2021, su segunda hija luego de Santiago (4): "El embarazo lo pasé sola, estaba triste y no se lo decía porque justo estaba la Copa América (2021, en Brasil). La tuve en un hospital público, se le paró el corazón al bebé, tuve que esperar... Fue un año muy difícil para mí, me sentí un poco como presa cuando tuve a mi hija. Un poco le mentía a él, le decía que no lo necesitaba".
Sin embargo, también aseguró que "él se ponía nervioso, hizo todo para poder estar" y profundizó: "Me decía que iba a estar, y yo le decía que quería saber la verdad para poder preparar mi cabeza. En el hospital me dejaron usar el FaceTime y sentí que él estaba ahí conmigo". En ese sentido amplió: "Siempre me apoyó en mi trabajo, en todo eso, pero obviamente tengo que parar de hacer lo mío para ayudar a él. Ahora es su tiempo, voy a siempre apoyarlo, a la vez puedo ser diseñadora de interiores".
En referencia al famoso grito a los jugadores colombianos durante los penales, la mujer del portero señaló: "Él también pasó cosas que nosotros no sabemos". De paso, manifestó que "dentro y fuera de la cancha se empiezan a hablar uno al otro. Siempre tiene gente de otro país que habla, pero esas cosas no le molestan... Le dan más fuerza, tiene un carácter muy fuerte".
Con relación al día a día entre los cuatro integrantes de la familia, contó que también tienen tres perros y detalló: "Somos una familia humilde, muy unida. Hoy estás arriba y quizás mañana, abajo. Vivimos una vida normal". Incluso, contó que "Santi", el único hijo varón, "se pone también para las fotos cuando se la sacan al papá".
Acerca del profesionalismo del ex Imdependiente, "Mandinha" lo describió como "exigente con todo, siempre quiere mejorar, ganar en todo, competir. ´Santi´ es un calco de ´Emi´". "Nos levantamos, vestimos a ´Santi´, que estamos dos horas... Después él se va a entrenar, me quedo, trabajo un poquito, estoy con ´Santi´, y cuando vuelve ´Emi´ salimos a caminar todos juntos", resaltó. Igualmente, mencionó que "la Copa esta de Qatar es complicado poder llevar a toda la familia" y puntualizó: "Si voy a ver los partidos, no puedo llevar a ella (Ava), que tiene un añito. Tenemos que organizar".
La diseñadora de interiores se animó también a recordar los inicios del amor entre los dos y remarcó: "La primera vez que vi el mate, pensé que era ilegal, y él me dijo ´no, esto es normal en Argentina´". "Lo probé y no me gustó para nada, después me dieron mate de leche y tampoco me gustó. Pero ahora tomo mates, eh", reconoció entre risas. Y cerró con respecto a la convivencia de su marido con el resto de los futbolistas de "La Scaloneta" cuando aseveró que "tienen un muy buen grupo en Argentina, él disfruta mucho en la Selección. Se lleva bien con todos".