Cuando Javier Mascherano confirmó su alejamiento de la práctica profesional del fútbol con la camiseta de Estudiantes de La Plata a fines de 2020, nadie se imaginaba que las puertas de la Selección Argentina se abrirían tan rápidamente para que colabora desde afuera del campo de juego. Ahora tiene un rol importante en la Selección Nacional y es fundamental para los más chicos
A los pocos meses, la propuesta para que asuma en el Departamento de Metodología y Desarrollo llegó por parte de Claudio Tapia y no pudo ser rechazada, teniendo la difícil tarea de forjar una nueva camada de jugadores para proyectar lo que serán las Copas del Mundo de México-USA-Canadá 2026 y la de 2030, que aún no tiene sede confirmada.
En su escaso tiempo de trabajo, el exvolante central conoció a varias promesas que estaban militando en el exterior y que se encontraban por fuera del radar del combinado nacional, teniendo así una nueva fuente de talento que explotar y que no venía siendo aprovechada por sus antecesores. Demostrando sus capacidades, el excapitán albiceleste se ganó la consideración del “Chiqui” en la AFA y fue designado como técnico del Sub-20 en noviembre de 2021, ocupando así el lugar que había dejado vacante Lionel Scaloni al hacerse cargo del equipo mayor junto a todo su Cuerpo Técnico.
Alineado ahora con el DT principal, Mascherano tiene la libertad de negociar para que algunas sus nuevas joyitas tengan un roce más profesional y así se vayan adaptando a lo que les deparará a futuro cuando obtengan madurez. Tales son los casos de Alejandro Garnacho, Nahuel Paz, Luka Romero y los hermanos Franco y Valentín Carboni, quienes fueron citados para la última doble fecha de eliminatorias.
A su vez, el mismo Garnacho admitió en una entrevista con el Manchester United que fue justamente el “Jefecito” uno de los principales impulsores para que rechazara jugar con España -su país de origen- y optase por cambiar la nacionalidad para jugar con la que es oriunda su madre. Silenciosamente, Mascherano está empezando a dejar su huella nuevamente en la Selección. Esta vez, proporcionando sus conocimientos para atraer a las promesas que en otros tiempos nos la robaban los países más desarrollados de Europa y lo lamentábamos de manera tardía, como sucedió con Mauro Camoranesi y David Trezeguet, dos campeones del mundo con Italia y Francia respectivamente.
Cerrar sesión