Emiliano "Dibu" Martínez se transformó en una gloria de nuestro fútbol y su amor por la "Albiceleste" quedó en evidencia en varias oportunidades. Sin embargo, este viernes, el mejor arquero del mundo fue más allá y reveló la decisión que tomó en su club por la Selección Argentina, que hasta el momento nadie conocía.
En una entrevista con el diario The Guardian, en la previa al duelo con Arsenal por Premier League, "Dibu" Martínez contó el motivo por el que cambió el n°1 de camiseta al 23, para la nueva temporada en Aston Villa. "El número es un guiño al día en que nació mi hijo, Santi. Resultó un buen augurio, ya que hemos ganado cuatro trofeos con la Selección Argentina", expresó el marplatense.
Otra superstición a la que dio lugar el jugador surgido de Independientetiene que ver con su esposa, Mandinha, que le regaló dos animales de peluche antes del Mundial de Qatar: el pingüino, de Santi, y la jirafa de su hija de tres años, Ava, que nunca olvida junto a una foto de sus hijos. “Las llevo conmigo donde quiera que vaya. Me da un poco de motivación antes de cada partido. Ella (Mandinha), antes del Mundial me dijo...‘Vas a traer la copa de oro a casa’. Estuve 40 días lejos de la familia y lo hice”.
Además, el exjugador de Arsenal dio otros detalles de su vida personal, que van más allá de lo que sucede en la cancha: "Tengo muchísimos. Sigo mi misma rutina: me aseguro de hacer pilates, yoga dos días antes, rezo antes de los partidos, tengo reuniones con psicólogos”.
Por otro lado, Martínez se refirió a las actitudes que tiene en momentos determinantes, como en los penales: "No están predeterminadas. Creo que es natural, simplemente lo hago. Es en el momento. Es algo que puede pasar, la adrenalina sube y a veces simplemente no puedes controlarla. No lo busco, simplemente llega".
Esas acciones le valieron al arquero insólitas críticas de exjugadores y de rivales, pero "Dibu" tiene otro punto de vista de su personalidad: "A veces cuando me ves desde fuera piensas...'parece un fanfarrón'. Pero no, solo soy un tipo normal, un hombre de familia. Sin embargo, dejó en claro que dentro de la cancha la cabeza puede cambiar el rumbo: "Cuando se trata de ganar, intento todo lo que puedo para ganar el juego”.
“Sí, exactamente. Los que piensan que soy un fanfarrón, probablemente sean del equipo que no me conoce. Cuando preguntas a todos mis compañeros, los de la selección, hago todo por mi equipo, intento ayudar a todos en el club. Lo único que quiero es lo mejor para mi club y mi país. Eso es todo lo que me importa”, agregó al respecto.
Sobre su postura en el campo, concluyó: “Si te mantenes firme y no insultas a nadie, a ninguna religión, creo que puedes hacer lo que quieras. No lo juro, no insulto a nadie. Sólo trato de ayudar a mi equipo, eso es todo. Siempre respeto a los jugadores. Sólo quiero ganar el juego. No cruzo una línea, nunca lo hago”.
Su presente en Aston Villa
Más allá de la buena pasada campaña, en la que el equipo logró clasificar por primera evz en la historia a Champions League, Emiliano no ocultó su autocrítica: “La temporada pasada no estaba contento conmigo mismo con nueve porterías a cero. Javi (García, entrenador de porteros del Villa) me mostró las estadísticas. Evité goles, barrí más, realicé más centros, pero quiero ganar el guante de oro en el Villa".
“He cambiado mucho desde que llegó Unai (Emery) aquí. Javi y Unai me hicieron más central, cubriendo defensa, barriendo. Encajamos muchos goles. Si podemos reducir la cantidad de goles que encajamos, creo que tenemos más posibilidades de estar entre los cuatro primeros y ganar un trofeo, algo que nos faltaba”, manifestó.
Para finalizar, analizó la decisión de cambiar los "Gunners" por el "Villa": “Ahora juego más partidos, así que tengo más experiencia. Soy papá. Cuando estaba en el Arsenal era un muchacho joven que aprendía el idioma, aprendía la vida inglesa. Ahora soy una persona completamente diferente”.