El crecimiento de los salarios negociados en Alemania se ralentizó en el segundo trimestre, lo que supuso un cierto alivio para los dirigentes económicos del Banco Central Europeo y posiblemente reforzó los argumentos a favor de una nueva bajada de los tipos de interés en septiembre.
Los salarios negociados aumentaron un 3,1% en el segundo trimestre, tras un alarmante 6,2% en los tres meses anteriores, lo que sugiere que la presión sobre la inflación de los ingresos laborales puede seguir disminuyendo, según mostraron el martes los datos del Bundesbank, el banco central alemán.
El BCE lleva mucho tiempo centrándose en los salarios negociados y sostiene que, aunque las tasas de crecimiento actuales sigan siendo elevadas, los convenios colectivos ya firmados apuntan a cifras más bajas en los próximos trimestres y contribuirán a que la inflación vuelva a situarse en el 2% el año que viene.
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Aun así, las cifras del martes pueden preocupar a algunos dirigentes, ya que el crecimiento salarial, excluidas las partidas extraordinarias, como las primas y los pagos compensatorios por inflación, se aceleró hasta el 4,2% en el segundo trimestre, frente al 3,0% de tres meses antes.
Sin embargo, las cifras mensuales ofrecen una perspectiva más matizada, ya que la tasa de junio bajó al 4,1% desde el 4,7% de mayo.
Los mercados ven actualmente más de un 90% de probabilidades de un recorte de tipos de 25 puntos básicos en septiembre, y las expectativas se vieron reforzadas en la víspera cuando el jefe del banco central finlandés, Olli Rehn, dijo que el débil crecimiento económico podría justificar una relajación el mes que viene.
No obstante, el Bundesbank advirtió de que el crecimiento salarial sigue siendo rápido y que la atención debería centrarse en los salarios sin las subidas extraordinarias, ya que los sindicatos siguen exigiendo grandes aumentos salariales.
"Los aumentos salariales en un periodo de doce meses se situaron entre el 4% y el 6% en casi todos los sectores que acordaron un nuevo convenio colectivo en el segundo trimestre", dijo el banco en un informe mensual. "También se vislumbran nuevos convenios elevados en las próximas negociaciones".
El economista jefe del BCE, Philip Lane, ha afirmado en repetidas ocasiones que un crecimiento salarial en torno al 3% sería coherente con una tasa de inflación en torno al 2%, por lo que una mayor ralentización del crecimiento de los ingresos podría estar justificada.
Pero también argumentó que estaba justificado un periodo limitado de recuperación salarial, ya que los trabajadores habían perdido una gran parte de sus ingresos reales a causa de la inflación en los últimos años.
El BCE prevé un crecimiento medio de la remuneración por asalariado del 4,8% este año y un descenso hasta el 3,2% en 2026.
Con información de Reuters