La venezolana Yulimar Rojas, plusmarquista mundial de triple salto, quiere mejorar su marca en las competencias pautadas para el próximo año y, a su vez, convertir sus medallas en fuentes de inspiración para los millones de jóvenes que la ven como un ejemplo a seguir.
La atleta de 26 años, bautizada por los venezolanos como "la reina", saltó 15,67 metros en los Juegos Olímpicos de Tokio y pulverizó el récord mundial en una prueba en la que ya se había asegurado la medalla de oro. La marca anterior, de 15,50 metros, lo había establecido la ucraniana Inessa Kravets en 1995.
"Yo invito a toda esa gente que me ve, que me sigue, que se reflejen en mí y que se identifiquen con lo que yo digo, con lo que hablo y con lo que dejo ver a las personas, que luchen por sus sueños, que nunca se rindan, que nunca se limiten en nada porque los límites solo están en la cabeza", dijo Rojas en una entrevista a Reuters.
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Rojas, recientemente galardonada como la mejor atleta del año en los Premios Marca del Deporte Femenino, dijo que 2022 será un año exigente con el Mundial en Eugene, Estados Unidos, en julio, y el Mundial de Pista Cubierta que se celebrará en marzo.
"Debo estar en óptimas condiciones para poder revalidar ese título. Ya lo tengo visualizado", dijo Rojas, siempre dispuesta a sacarse fotos y abrazar a sus seguidores.
La atleta competirá en la Liga Diamante, que conquistó en septiembre en Zúrich con un salto de 15,49, y más adelante estará en las pruebas preolímpicas. Rojas dijo que también quiere saltar en torneos en Sudamérica, Centroamérica, e incluso en Venezuela.
"Esta reina tiene que seguir dando el ejemplo a todas esas personas", dijo Rojas, que confesó que el salto triple llegó de manera inesperada a su vida luego de saltar por curiosidad en un entrenamiento en Venezuela.
La atleta agregó que su objetivo siempre es "ganar, mejorar mis marcas cada vez que vaya a mis competencias".
La deportista está finalizando los trámites para activar su fundación "Yulimar Rojas", con la que planea ayudar a los más vulnerables en lo social y lo deportivo, y en especial a los niños que quieren seguir sus pasos.
Durante su estadía en Venezuela reinauguró la escuela deportiva estatal en la que estudió y que ahora lleva su nombre en el estado Anzoátegui, en el este del país. La institución mezcla la educación con el deporte y formará anualmente a unos 200 niños en distintas disciplinas deportivas, dijo Rojas.
Cuando rompió el récord mundial en agosto, la venezolana posteó en sus redes sociales una vieja foto con docenas de sus medallas colgadas en unas vigas que sostenían el techo de láminas de zinc de su pequeña casa.
"Nunca podemos olvidar nuestras raíces", dijo Rojas, que contó que el agua se filtraba por el techo de aquella vieja casa.
"Me hace muy feliz decir que nací en un barrio humilde, en una casa humilde, de una familia bien humilde, pero eso me hizo fuerte", agregó.
Con información de Reuters