Cuando recién comenzaba el segundo tiempo entre Talleres de Córdoba y River Plate, a los tres minutos, se dio una jugada con mucha polémica que podría haber sido penal para el equipo de la "T". José Paradela perdió la pelota cerca de su área. Con el equipo mal parado y en el intento desesperado por marcar a Gastón Benavídez para que no quedara mano a mano con Franco Armani, lo derribó con un agarrón claro en la puerta del área que finalizó con el volante dentro de la misma. Sin embargo, no se cobró penal.
El asistente número 1, Juan Pablo Belatti, le señaló la infracción a Juan Pablo Loustau que cobró la falta fuera del área, e inmediatamente los jugadores de Talleres fueron a protestarle por un posible penal y le exigieron que fuera al VAR a observar con precisión el agarrón. El árbitro principal hizo la seña de que la jugada se estaba revisando y, luego de un par de minutos, Loustau indicó que era tiro libre y no penal. Tras varias repeticiones se observa que Paradela comienza agarrando a Benavídez fuera del área, pero que continúa incluso cuando el delantero sobrepasa la línea. Al entrenador portugués de la "T", Pedro Caixinha, se lo vio muy molesto y protestando la decisión al cuarto árbitro. La jugada finalizó con un disparo de Enzo Díaz muy por encima del travesaño de Armani.
No es la primera vez en la Copa de la Liga Profesional que River tiene un guiño de la suerte con el VAR: en la fecha pasada, contra Banfield, el árbitro Pablo Echavarría le concedió, a instancias del llamado de la herramienta tecnológica, un penal tras un mano del jugador del "Taladro" Franco Quinteros. A los dos minutos de la segunda etapa, Milton Casco envió un centro al segundo palo que el defensor intentó despejar con su cabeza. Sin embargo, erró en el cálculo y la pelota tocó casi de manera imperceptible en su brazo izquierdo. La jugada continuó hasta que el árbitro decidió frenarla para revisarla la posible infracción del marcador izquierdo, que jamás tuvo intención de desviar la trayectoria de la pelota con su mano.
Al finalizar el encuentro contra Banfield, en el estadio Florencio Sola, Marcelo Gallardo se refirió a la polémica de la noche sin dar muchos detalles sobre la misma: "A veces no sabemos cómo imaginar cómo puede darse el desenlace de una jugada. Lo que sí es en mi opinión sí ha cambiado con esta nueva reglamentación, que a veces parece que todas las manos son penal, sobre todo si hay extensión del brazo".