La posible prórroga del impuesto sobre beneficios extraordinarios que grava a las empresas energéticas españolas podría inducir a Repsol a gastar los 1.500 millones de euros (1.640 millones de dólares) que tiene previsto invertir en hidrógeno en Francia o Portugal, declaró el jueves su presidente, Antonio Brufau.
El PSOE de Pedro Sánchez, y su socio de coalición, la confluencia de izquierdas Sumar, firmaron un nuevo acuerdo político que incluía la ampliación y la reforma de los impuestos extraordinarios sobre los bancos y las empresas energéticas. Los impuestos han generado 2.900 millones de euros (3.060 millones de dólares) en ingresos para el Tesoro en lo que va de año.
"Si nosotros tenemos que tener un impuesto que no tienen los franceses o los portugueses para producir hidrógeno, pues seguramente nuestra decisión será irnos a Portugal o a Francia", dijo Brufau en una presentación en la Universidad de Navarra, según una transcripción facilitada por el gabinete de prensa de la compañía.
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Los planes de inversión en hidrógeno de Repsol dependen de la estabilidad fiscal y jurídica.
Sus comentarios coinciden con una advertencia realizada el mes pasado por el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, quien afirmó que una posible prórroga del impuesto, que inicialmente expiraba a finales de 2024, "castigaría" a las empresas locales y favorecería a los importadores de energía.
Repsol demandó al Gobierno por el impuesto, y la Audiencia Nacional rechazó en febrero una solicitud de la empresa de una medida cautelar contra el mismo.
A finales del mes pasado, el máximo ejecutivo de Repsol en la Comunidad Autónoma Vasca declaró que la empresa había congelado un plan para poner en marcha un proyecto de hidrógeno por valor de unos 200 millones de euros en la región del norte de España.
(1 dólar = 0,9147 euros)
Con información de Reuters