La remadora Kathleen Noble sabe que no será una aspirante a medalla cuando compita por Uganda en los Juegos de París, pero la joven de 29 años con raíces irlandesas encarna los principios del olimpismo.
Noble competirá en sus segundos Juegos para la nación del este de África en la prueba femenina de scull individual y, aunque no aspira al podio, entrena con diligencia a pesar de su condición de aficionada para hacerlo lo mejor posible.
"El objetivo para mí no es tanto el rendimiento, en el sentido de a qué posición quiero llegar, sino más bien cómo hacer la mejor carrera posible", declaró a Reuters en una entrevista.
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Noble es una recién llegada a este deporte, que practica desde hace sólo una década, después de haber representado por primera vez a Uganda en natación.
Nació en Kampala, hija de unos misioneros irlandeses, su padre médico y su madre profesora, que llevan 31 años viviendo en Uganda.
"Cuando crecíamos en Uganda, la gente me preguntaba de dónde era y yo respondía que de Irlanda. Pero luego, cuando estaba de vacaciones en Irlanda, la gente me preguntaba de dónde era y yo decía 'Uganda'".
Ahora vive en Knoxville, Tennessee, y compagina su trabajo como ingeniera informática con el entrenamiento olímpico.
"Uganda es un lugar encantador para crecer y lo echo de menos. Representar a Uganda ha tenido un papel clave en mi identificación como ugandesa. Eso me ha obligado un poco a dar un paso al frente y decir 'sí, éste es mi país', y me siento más unida a él por ello".
La búsqueda de la excelencia es el primer principio del olimpismo, la filosofía que sustenta los Juegos, y para Noble eso significa comprender las limitaciones de ser un atleta aficionado.
"La actitud que he adoptado hacia mi entrenamiento en este momento es que quiero hacerlo lo mejor que pueda dentro de las limitaciones que tengo. Y reconozco que no estoy en condiciones de ser un atleta profesional a tiempo completo, y eso está bien".
"En este momento de mi vida, es muy importante para mí tener una carrera. Mi persecución del deporte y de los Juegos Olímpicos ha ralentizado ese tipo de progreso, lo cual es algo en que estoy dispuesta a aceptar".
Lo dejará después de los Juegos porque también quiere formar una familia, pero su objetivo es ayudar a desarrollar el deporte en Uganda, donde su perfil ha aumentado enormemente desde Tokio.
"Tenemos la visión de crear un Centro de Alto Rendimiento en Uganda. Siento que se me han dado muchas oportunidades, y quiero aprovecharlas y devolverlas, o permitir que sean una vía a través de la cual otras personas puedan tener oportunidades".
(Editado en español por Héctor Espinoza)