El regreso a las canchas de una de las máximas estrellas no fue el imaginado. Rafael Nadal, que volvió al tenis tras una ausencia de casi cuatro meses por lesión, perdió ante Alex De Miñaur por 7-5 y 6-1 en la segunda ronda del ATP 500 de Barcelona y dejó un enigmático mensaje sobre su futuro.
Los 102 días que habían pasado desde su última participación en el ATP de Brisbane, en enero pasado, hasta el triunfo de este martes en la primera ronda del torneo español llenaron de ilusión a los amantes del tenis. Sin embargo, a "Rafa" se le notó la falta de ritmo y cayó sin atenuantes ante el duro australiano, que se encuentra en el mejor momento de su carrera.
El mensaje de Nadal que generó más incertidumbre sobre su futuro
Minutos después de perder en la cancha central del Conde de Godó, Nadal enfrentó los micrófonos y habló sin anestesia: "Hoy no era el día en que tenía que darlo todo y morir. Tengo que darme la opción de hacer eso en unas semanas, al menos de intentarlo. Si hoy hubiera muerto a nivel general, nunca tendría la oportunidad de hacerlo dentro de unas semanas, así que tengo que jugar según ese objetivo".
Además de reconocer que no quiso exigir su cuerpo, el mancorí reveló que el foco está puesto en Roland Garros, su máximo objetivo antes del posible retiro a fin de temporada: "Es lo que hay. Voy a tratar de ir jugando más y más. Y en París, que sea lo que Dios quiera. Allí espero ser competitivo. Ese sí que es el momento".
Incluso, el ganador de 22 Grad Slam continuó con respecto a no arriesgar su físico: "A veces es difícil jugar cuando sabés que no vas a poder luchar todo el partido, pero esto es hoy, quizá dentro de unas semanas, sí. Hoy, tras todo lo que pasé estos últimos meses, no es el momento para buscar heroicidades. Hay que ser realista, hacer las cosas de la manera más prudente y lógicas. La realidad es que después de perder el primer set, el partido se acaba. El 6-1 en el segundo set era lo que tenía que pasar".
Por otro lado, el tenista de 36 años dejó otra fuerte frase sobre el torneo en el que se convirtió en el máximo ganador en su historia: "Lo normal es que haya sido mi último partido como jugador en Barcelona. Saben lo importante que ha sido para mí este torneo. Siempre disfruté mucho y viví momentos muy bonitos. Todas las ediciones, o la gran mayoría, fueron positivas y lo gané doce veces, algo que era inimaginable. Seguiré mi camino y al final esto es tenis, deporte, van pasando las generaciones y vendrán otras".
Sobre su experiencia en el torneo catalán, el zurdo señaló: "Tuve la suerte de escribir una bonita historia en este certamen, que no se había hecho. Tengo la tranquilidad de haberlo dado todo siempre. Soy consciente que todo tiene un principio y un final, no es un drama. Y le pude decir adiós al torneo jugando. Hace una semana pensaba que no podría volver a jugar aquí".
Para la continuidad en el circuito, Nadal, tiene planeado más torneos para allegado al segundo Abierto del año: en primer lugar será el Masters de Madrid (24 de abril al 5 de mayo), mientras que luego llegará Roma (8 a 19 de mayo), lugar que también le trae grandes recuerdos.