Gabriel Arias, el arquero de Racing, podría ir preso por los gestos obscenos que hizo en la cancha de Platense. El jugador de la Selección de Chile protagonizó un fuerte descargo al respecto a través de su cuenta oficial de Instagram (@gabrielarias_21).
Pocas horas después de lo ocurrido en el Estadio Ciudad de Vicente López, el portero de 35 años se defendió y pidió respeto públicamente. Sin embargo, y por los gestos que hizo de cara a la hinchada del "Calamar" podrían costarle carísima tanto deportiva como personalmente.
Arias, de Racing, puede ir preso por los gestos obscenos en Platense
Más allá de la posible sanción futbolística, "Gaviota" tiene posibilidades legales de culminar tras las rejas. Germán García Grova, periodista y productor de TyC Sports, adjuntó el documento al respecto vía Twitter y confirmó que el nacido en Neuquén "fue denunciado por violar el artículo 14 de la ley 11.929, más conocida como Ley del Deporte".
Además, García Grova puntualizó en que "la fiscalía de turno actuó de oficio, dado que entiende que el arquero incitó a la violencia". De acuerdo con su información, "Arias se expone a un arresto de 5 a 20 días y a una sanción de 3 a 10 fechas". Si bien el guardameta se iba a perder igualmente el encuentro ante Unión en Avellaneda por la convocatoria a "La Roja" en la Fecha FIFA que se viene, también existen chances de que se ausente como mínimo en los duelos con Rosario Central en El Cilindro y con Defensa y Justicia de visitante por la Liga Profesional 2022 del fútbol argentino.
El descargo de Gabriel Arias en Instagram: "Me equivoqué"
Al margen de las declaraciones del jugador con los medios de comunicación apenas finalizado el cotejo en Vicente López, durante la mañana del lunes 19 de septiembre volvió a referirse a esta situación. "Lo dije en cuanto terminó el partido y lo vuelvo a repetir: me equivoqué", comenzó.
En tanto, el arquero profundizó: "No tendría que haber reaccionado como reaccioné porque nunca la violencia es la solución frente a la violencia. Les pido perdón a Platense, a mis compañeros, a mis rivales y a todo Racing". Y amplió: "Ser una persona pública implica la obligación de mantener una línea de conducta que no logré sostener esta vez. Cualquiera puede fallar y hoy me tocó a mí".
A plena autocrítica, Arias insistió: "Tenemos que entender que esto no tiene nada que ver ni con el folclore ni con la pasión". De cualquier manera, concluyó: "Somos personas que merecemos ser respetadas en cualquier cancha donde nos toque ejercer nuestra profesión".