Ni incapaces ni desmerecedores de una medalla: así entrena un paratleta de alto rendimiento en Argentina 

Daniela Giménez, Hugo Alderete y Nahuel Gómez entrenan en el CeNARD todos los días para cosechar medallas como paratletas: su visión del deporte adaptado y los dichos de Gonzalo Bonadeo.

16 de noviembre, 2021 | 12.25

Hugo Alderete practica esgrima adaptado y representa a la Argentina en competencias internacionales de alto nivel, desde el Centro Argentino de Alto Rendimiento Deportivo entrena para llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024

Con menos años de entrenamiento Nahuel Gomez busca entrar a la Selección en su disciplina: el para-powerlifting. Daniela Giménez pasó años trabajando para cosechar medallas de oro en natación en el mismo lugar

Los dichos de Gonzalo Bonadeo

Giménez llegó al podio cuatro veces en Juegos Paralímpicos, varias más en Parapanamericanos y en su última participación en Tokio 2020 consiguió un diploma paralímpico pese a haber pasado la cuarentena sin entrenar en el agua. Aún así, la notoriedad este año le llegó por el fuerte descargo contra el periodista Gonzalo Bonadeo tras la difusión de un audio viral.

Para Bonadeo los paralímpicos no son similares a los Juegos Olímpicos y no deberían entregarse medallas, en una charla que dio en 2016 pero se hizo pública en octubre, sentenció que no considera necesarios los premios para los paratletas y que su mayor reconocimiento es por vivir con una discapacidad.

La nadadora salió al cruce con una publicación en Instagram, desde su punto de vista se trata de “darse el lujo de ser ignorante”. Sin embargo ella no fue la única que se animó a hablar al respecto.

Gómez es atleta de para-powerlifting, sale de su silla de ruedas a un banco especial para  levantamiento de peso adaptado en el que levanta hasta 130 kg y desde su lugar opinó que “todos necesitan un premio por llegar a la elite”. Busca formar parte de la Selección y desde ahí podrá animarse a soñar más alto. Por ahora es el subcampeón nacional en su disciplina.

En entrevista con El Destape, Daniela Giménez volvió a referirse a los polémicos dichos del periodista deportivo: “Es un caso muy claro que demuestra problemas sociales. Tiene un gran desconocimiento sobre las personas con discapacidad y decidió extenderse durante más de cuatro minutos”.

Para la medallista no es nuevo que la vean como incapaz por su discapacidad, la han felicitado por poder atarse los cordones. Lamenta que el episodio la haya llevado a subir un mensaje violento pero también sabe que si no respondía de esa manera el audio del periodista iba a pasar como un episodio más entre los que los paratletas argentinos son discriminados.

El deporte adaptado

En algunos casos la llegada a la disciplina es natural, como para la nadadora que se metió por primera vez al agua a entrenar a los 5 años y desde entonces todos los días eligió mantener el alto rendimiento con un equipo que incluye nutricionista, kinesiólogo, entrenador y masajista.

Para Alderete fue un proceso hasta encontrar lo que más le gustaba y enfocarse de lleno en esgrima. Cuando sufrió en su trabajo como carpintero que le causó una hemiplejia no sabía que existía el deporte en sillas de ruedas, hasta que un día empezó a probar con atletismo y natación. Cuando le dieron el florete practicó y, aunque empezó en 2014, hoy ya busca clasificar a Paralímpicos.

Al resto de las personas en sillas de ruedas les recomienda practicar las disciplinas y acercarse a una actividad: “Ayuda a uno a la cabeza, el cuerpo y saber qué se puede llegar a hacer y hasta dónde llegar con el deporte”.

Gómez, como Alderete, cambió de disciplina antes de encontrar lo que le apasiona. Cuenta que jugó por años al básquet hasta que conoció el levantamiento de pesas y decidió dar un giro en su carrera. Hoy busca llegar a levantar 140 kilos para poder avanzar en su camino hacia el seleccionado y entrena tres veces por semana para lograrlo.

Cómo se entrena un atleta de elite

Nahuel Gomez tiene que mantener un peso para poder competir en la categoría que más lo beneficia, si se excede debe pagar una multa y el costo personal es que baja su calidad deportiva. Para evitar esa situación viaja desde San Isidro hasta el CeNARD tres veces por semana y entrena dos horas cada día: “Rutina de banco, complementos y también bicicleta para desgastar energía y bajar de peso, lo que es primordial en este deporte”.

Aunque Gómez esté en silla de ruedas, en el Centro hay bicicletas fijas similares a las pedaleras que se popularizaron en pandemia, pero con las manos.

El caso de Alderete es distinto, su único trabajo es perfeccionarse en el deporte y le da el 100%. Por la mañana el entrenamiento está enfocado en la musculación y fuerza con una mezcla de ejercicio aeróbico para mantener la resistencia, al mismo tiempo no deja la natación. Por la tarde el foco es completo en la esgrima.

Daniela está en pleno proceso de cambio y parte a vivir en otro país, sin embargo hasta el último día en la Argentina se concentró con su entrenadora en no perder estado mientras coordinaba la mudanza internacional. Desde los 14 años nada en competencias regionales y su entrenamiento pasó por modificaciones específicas para trabajar en sus debilidades según el momento. Además del tiempo en el agua suma rutinas de fuerza que comienzan con fortalecimiento del core y también practica el movimiento que hace en la pileta por fuera del agua, lo que ayuda a la fuerza una vez exigida.

El mayor cambio en su rendimiento lo vio cuando incorporó a su equipo un psicólogo deportivo y pudo equiparar el cuidado de la salud mental a la salud física.

Daniela agrega que aunque no soñaba todas las noches con lo que hace está agradecida de haberse dedicado al deporte profesionalmente: “Entre el deporte y la discapacidad aprendí lecciones de vida que el promedio de la gente se encuentra un más adelante”.

LA FERIA DE EL DESTAPE ►