Oscar Ruggeri es uno de los panelistas más reconocidos del ambiente deportivo. El Cabezón integra el staff de 90 minutos de fútbol, programa conducido por el Pollo Vignolo. Y este lunes regresó: tras vencer al coronavirus, el ex campeón del mundo reveló cómo fue atravesar esta difícil situación y el bizarro momento en que advirtió la pérdida del olfato: "Estaba sentado en el inodoro".
"Un día voy al baño y digo 'a la mierda', sin olor. Estaba sentado en el inodoro y pienso 'che, no tengo olor, soy un genio'. Tiro la cadena y no me daba cuenta hasta que pienso 'perdí el olfato'. Te lo juro, así me di cuenta. Así me pasó. Después agarré un perfume, lo abro y no sentía nada", manifestó Ruggeri, quien desató la risa de todos los presentes en el estudio.
El reto de Vignolo y lo difícil que fue transitar la enfermedad para Ruggeri
"Perdón pero así me di cuenta porque yo venía bien con el olfato y el gusto. Es bravo el tema", explicó el Cabezón, quien recibió un reto por parte de Vignolo: éste le manifestó que había familias almorzando al momento en que el programa salía al aire. Luego, en tono más serio, Ruggeri dio detalles de cómo fue su experiencia en aislamiento y lo complejo que fue transitar esta enfermedad.
Ruggeri, visiblemente afectado por lo que vivió, aclaró: "Yo fui de privilegio. Estaba en mi casa, no tuve fiebre. Pero me aislé, me quedé en una habitación solo. Conté los pasos. La habitación tiene cinco pasos por cuatro. El bañito tres pasos por dos. Los conté todo el tiempo, chocaba la pared. Estaba aislado. Me traían la comida. Fue bravo. No sé si alguno pensó, 'bueno, que me toqué leve'. Yo fui leve, pero no se lo recomiendo a nadie. Me agarró dolor de espalda dos veces. Me levantaba y dolor de espalda. No podía dormir. Y me dolía adentro de los ojos. Tenía revuelta la panza. No tenía olfato ni gusto".
"Me muero": el calvario de Ruggeri aislado con coronavirus
"Te falta el aire y decís 'me muero'. 'Cómo llego al hospital', pensé. Pero zafé. Estoy enojado porque me cuidé de verdad. Por eso les pido que no se relajen, no se sabe. Es una distracción, un toque y adentro. Yo tenía miedo de contagiar a mi familia. Mi mamá sabía. Estaba mal. Recuperó la vida", explicó Ruggeri, quien agregó: "Por las noches tuve miedo a morir. Cuando no tenés sueño, la panza revuelta. Comés porque te dicen que es la hora de comer. Si no, no comía".