Una vez más, Oscar Ruggeri dio que hablar en la pantalla de ESPN. El hombre de 59 años, quien se consagró campeón del mundo con la Selección Argentina en México '86 junto a Diego Maradona, brindó un sentido e íntimo testimonio luego de que Sebastián El Pollo Vignolo le hiciera una consulta. Como consecuencia, los panelistas del programa enmudecieron y los invadió la tristeza.
Las cámaras dejaron de realizar enfoques a los diferentes protagonistas que integran la mesa de F90. Sólo hicieron hincapié en dos personas: El Pollo Vignolo y Ruggeri. El conductor lo observó, metió una pausa y luego le consultó: "Si tuvieras el control remoto de tu vida, ¿a dónde volverías?".
La pregunta le hizo ruido, pero el ex defensor de la Albiceleste -tal y como lo hacía cuando defendía dicha camiseta- respondió de manera contundente: "A cuando empecé a jugar y no tenía contrato. Era feliz, no nos pagaban. Era feliz de la vida, de entrenarme. Yo, de verdad, estudié como corresponde porque mi mamá quería eso. Teníamos que terminar quinto año en casa".
Asimismo, El Cabezón resaltó: "Yo terminé de estudiar, pero quería jugar al fútbol. Cuando empecé a jugar, no sabía que se podía ganar plata, no sabía que los jugadores se compraban un auto. Yo quería jugar al fútbol. Veía a los jugadores, cada tanto pasaban algún partido en Corral de Bustos (Córdoba), pero no tenía en la cabeza eso de: 'Quiero jugar porque quiero ganar 1 millón de dólares'".
Luego de escucharlo atentamente, El Pollo afirmó: "No jugaste por la plata de entrada". Inmediatamente después, Ruggeri abrió su corazón y reveló: "No. Yo, a medida de que me fui haciendo profesional y fui creciendo, fui perdiendo la alegría porque ya era: 'Hay que ganar porque, si ganamos, tenemos esto'".
Atento a la charla, Vignolo sacó una conclusión: "Cuando el fútbol se volvió tu trabajo, fuiste perdiendo un poco la alegría". El ex defensor de River y Boca, entre otros, remarcó: "Sí. Saliendo del partido del fin de semana tenía una reunión, una vez por semana, me decían: 'Te podemos pagar esto, quiero esto o esto no te lo pago, 'no te pago', 'quedate con el 20%'. Me iba con la cabeza haciendo cuentas, dejé de ser feliz... se te mete el tema de la guita...".
Finalmente, El Cabezón contó en detalle cómo ayudó económicamente a su familia: "Lo primero que uno quiere hacer es ayudar a sus viejos. Yo quería ayudar a mis viejos. Yo, cuando pude, los ayudé. Mi viejo estuvo 35 años arriba de un camión y mi vieja se bancaba a tres varones a morir. Cuando pude, le dije a mi viejo que vendiera los camiones. Los vendimos y le dije: 'Quiero que viajes, que vengas a ver los partidos de la Selección Argentina, el Mundial...'. Me parecía que él tenía que ser feliz".