Los estadios están abarrotados. Las multitudes enloquecen, corean, aplauden, apoyan al equipo local. Y millones de franceses siguen los Juegos por televisión. Tras meses de pesimismo, la fiebre olímpica se apoderó de Francia.
"Dios mío. Es una locura", dijo Manon Apithy-Brunet sobre el apoyo de los aficionados tras ganar el oro en la competición individual de sable femenino en el Grand Palais, en el corazón de París.
"Me dije: 'Vale, asimílalo, porque es una locura. Disfruta'", sostuvo después de que el público entonara espontáneamente La Marsellesa, el himno nacional.
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En los últimos meses, en los que la preocupación por la preparación de París y de todo el país para los Juegos había cundido entre los franceses, se vieron pocas muestras de entusiasmo.
En la capital francesa, quejarse de los riesgos para la seguridad y de las obras relacionadas con los Juegos mientras se hablaba de abandonar la ciudad con motivo de la competencia era mucho más habitual que el entusiasmo por el acontecimiento, según los parisinos.
La incertidumbre política y unas elecciones parlamentarias poco concluyentes no ayudaron.
Pero después de una audaz ceremonia inaugural en el río Sena que se desarrolló sin contratiempos, a pesar de la lluvia torrencial y cierta polémica en círculos católicos y de derechas, y cuando los atletas franceses empezaron a recoger medalla tras medalla, el ánimo se recuperó.
"Todo va mejor desde la ceremonia de apertura", dijo Elodie Gintte, maquilladora de 42 años, mientras observaba el pebetero olímpico. "Claro que antes los franceses refunfuñaban mucho, ¡pero es normal que los franceses se quejen!".
Ines Barthelemy, contable de 27 años, coincidió con ella.
"Todo estaba un poco tenso antes de los Juegos y ahora está mejor", dijo.
"Con la inflación, la situación política, las elecciones, era difícil y tenso y allí con la ceremonia (de apertura) lo pasamos bien, pudimos verlo en casa, fue para todos y en París, es raro. Y tenemos medallas francesas todos los días".
Francia es por ahora tercera en el medallero de los Juegos, con seis oros, por detrás de China y Japón, que tienen siete cada uno.
Veintitrés millones de personas sintonizaron la ceremonia inaugural en Francia, más que los partidos de la Eurocopa 2024 de fútbol.
"Es increíble", dijo a Reuters la ministra de Deportes, Amelie Oudea-Castera. "Y aún no ha terminado".
Con información de Reuters