No es frecuente que los hermanos se clasifiquen juntos para los Juegos Olímpicos de bádminton, y menos aún que dos parejas de hermanos se enfrenten en un partido de dobles femenino.
Las gemelas Annie y Kerry Xu, de Estados Unidos, se enfrentaron el martes a las hermanas búlgaras Stefani y Gabriela Stoeva en el Porte de La Chapelle Arena de París.
Las hermanas Stoeva, que participan en sus terceros Juegos Olímpicos, ganaron el partido de la fase de grupos por 21-18 21-12, teniendo que esforzarse más en el segundo juego tras el subidón de haber ganado el primero.
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Para ambas parejas, la experiencia fue surrealista.
"Fue interesante porque la gente ya se sorprende cuando ve a dos gemelas compitiendo juntas en los Juegos Olímpicos. Poder jugar frente a alguien que ha pasado por un camino similar, un camino bastante único, es muy interesante", dijo Annie, de 24 años, que es idéntica a su hermana.
"Paso tanto tiempo con ella que cada vez que la miro me doy cuenta de lo que siente: si está nerviosa, sé si tengo que animarla", explica Annie.
Kerry, que dijo que las dos habían empezado a jugar al bádminton al mismo tiempo cuando eran niñas, añadió que el hecho de ser hermanas les ayudaba a ejecutar mejor sus estrategias porque pasaban todo el tiempo juntas y podían pivotar con rapidez.
"Creo que compartir este momento olímpico con tu hermana es algo que no puedo describir", dijo Stefani, de 28 años. "Creo que ellas sienten lo mismo".
En una entrevista en la que estaban las cuatro juntas, Gabriela y Annie dijeron que ambas parejas de hermanas habían vivido momentos similares en la pista, como riñas entre ellas y reprimendas de sus padres por hacerlo ante las cámaras de televisión, para luego reconciliarse rápidamente sin pronunciar palabra.
"Cuando éramos pequeñas se nos veía en la cara y luego nuestros padres nos llamaban y nos decían '¿por qué os peleáis delante de las cámaras?'", cuenta Gabriela, de 30 años, que lucía uñas olímpicas a juego con las de su hermana.
Las cuatro coincidieron entre risas en que seguían peleándose con sus hermanas mientras jugaban, pero que habían aprendido a disimularlo mejor.
Con información de Reuters