Kellie Harrington venció el martes por decisión dividida a la china Yang Wenlu en la final de la categoría de peso ligero de los Juegos Olímpicos de París, revalidando así su corona y convirtiéndose en la primera boxeadora irlandesa que gana dos medallas de oro consecutivas.
Tras conseguir la victoria, Harrington declaró que colgaba los guantes.
"El último hurra, he terminado. Siempre he dicho que quiero retirarme como campeona, eso es todo", declaró Harrington a la emisora nacional irlandesa, RTE.
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"Esto da esperanza a todos estos jóvenes, a todos estos adolescentes (señalando al público). Da esperanza a la gente de Irlanda, pero este era para mí".
La brasileña Beatriz Ferreira y la taiwanesa Wu Shih-yi se adjudicaron las dos medallas de bronce en juego tras perder sus combates de semifinales contra Harrington y Yang, respectivamente.
Harrington, excampeona del mundo que impresionó en su convincente victoria en semifinales sobre la medallista de plata en Tokio, Beatriz Ferreira, se enfrentó a Yang en la final del peso wélter ligero en los Campeonatos del Mundo de 2016 en Kazajistán.
En aquella ocasión ganó la boxeadora china, pero ocho años después y peleando en un peso diferente, Harrington fue una rival mucho más dura.
El martes se impuso en los dos primeros asaltos con relativa facilidad, deslizándose por el cuadrilátero con su suave juego de pies y acribillando a su rival con golpes a distancia.
Tal vez con la esperanza de despedir su carrera amateur con una explosión, Harrington fue menos cuidadosa en el último asalto y adoptó un enfoque más agresivo, que le hizo perder el asalto, aunque el daño ya estaba hecho para Yang.
Una Harrington dichosa, aclamada por un mar de aficionados irlandeses en el Court Philippe-Chatrier, abrazó a sus entrenadores en su esquina antes de caer de rodillas en el cuadrilátero y golpear la colchoneta.
Con información de Reuters