Durante los últimos cuatro días, China ha detectado unos 119 casos de COVID-19 entre personas relacionadas con los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, y las autoridades han impuesto una burbuja de "circuito cerrado" para mantener a los participantes, el personal y los medios de comunicación separados de la población.
El recuento del fin de semana mostró 37 nuevos casos el domingo, y 34 el sábado, y la mayoría dieron positivo después de la llegada al aeropuerto, dijeron los organizadores de los Juegos.
El lunes, la biatleta rusa Valeria Vasnetsova dijo que sus propias ambiciones olímpicas habían terminado después de dar positivo dos veces tras llegar a Pekín para el evento deportivo mundial.
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"Por desgracia, mi sueño olímpico seguirá siendo sólo un sueño", escribió Vasnetsova en las redes sociales. "Quizá algún día encuentre la fuerza para volver a levantarme, pero será una historia completamente diferente".
Ocho atletas o delegados de equipo se encontraban entre las 28 personas que habían dado positivo a su llegada al aeropuerto el domingo.
Se espera que unos 3.000 atletas, junto con entrenadores, responsables, árbitros, delegados de la federación y miembros de los medios de comunicación participen en los Juegos, que se celebrarán del 4 al 21 de febrero.
El "circuito cerrado" les permitirá desplazarse entre los alojamientos y las sedes olímpicas en los transportes oficiales, pero no podrán salir a moverse libremente en público.
A diferencia de muchos países que quieren convivir con el COVID-19, China se ha aislado con una política de tolerancia cero, cancelando casi todos los vuelos internacionales.
Los atletas olímpicos y otras personas deben llegar directamente a la ciudad en vuelos chárter. Todas las personas que participan en los Juegos, incluidos los medios de comunicación y el personal, también se someten a pruebas diarias.
(Información adicional de David Stanway y Gabrielle Tetrault-Farber; edición de Raju Gopalakrishnan, Robert Birsel y Simon Cameron-Moore, traducido por Tomás Cobos)
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