El expívot congoleño Dikembe Mutombo, miembro del Salón de la Fama del Baloncesto, falleció a los 58 años a causa de un cáncer cerebral. El jugador de la NBA finalmente falleció luego de haber padecido esta enfermedad desde hace un largo tiempo.
Mutombo, muy querido por los aficionados, fue elegido ocho veces para el All-Star de la NBA y, gracias a su enorme envergadura (2,19 metros), se convirtió en uno de los taponadores más temibles de la liga, además de ser galardonado en cuatro ocasiones como jugador defensivo del año. "Dikembe Mutombo era sencillamente más grande que la vida. En la cancha, fue uno de los mejores taponadores y jugadores defensivos de la historia de la NBA. Fuera de ella, se entregaba en cuerpo y alma a ayudar a los demás", dijo Adam Silver, comisionado de la liga estadounidense.
La personalidad gregaria de Mutombo, con su característico gesto de celebración agitando su dedo índice en señal de negación, le convirtió en uno de los favoritos de los aficionados, ya que jugó 18 temporadas en seis equipos diferentes, con un promedio de 9,8 puntos y 10,3 rebotes por partido. Llegó dos veces a las Finales de la NBA.
Tras retirarse en 2009, se convirtió en el primer embajador mundial de la NBA y ayudó a promover el deporte en África. "Le encantaba lo que el baloncesto podía hacer para tener un impacto positivo en las comunidades, especialmente en su República Democrática del Congo natal y en todo el continente africano", dijo Silver. "Siempre se mostró accesible en los eventos de la NBA a lo largo de los años, con su sonrisa contagiosa, su voz atronadora y su característico movimiento de dedos, que le hizo ganarse el cariño de los aficionados al baloncesto de todas las generaciones", agregó.
Su carrera en la NBA fue impresionante. Durante sus 18 temporadas en la liga, Mutombo dejó una marca imborrable. Con un total de 3.289 bloqueos, se posiciona como el segundo jugador con más tapones en la historia de la NBA, solo superado por otro gran pívot africano, Hakeem Olajuwon. Además, fue elegido en ocho ocasiones para el All-Star y obtuvo en cuatro ocasiones el premio al Defensor del Año. El legado de Mutombo trasciende el ámbito deportivo. Luego de retirarse, dedicó gran parte de su vida a obras benéficas y causas sociales. Sus esfuerzos por mejorar la educación y la atención médica en su país natal, la República Democrática del Congo, son ampliamente reconocidos y admirados. También fundó su propia organización sin fines de lucro, la Fundación Dikembe Mutombo, que ha brindado ayuda y esperanza a miles de personas necesitadas en todo el mundo.