Ha pasado casi un cuarto de siglo desde que Inge de Bruijn y Pieter van den Hoogenband dominaron la piscina en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, pero una nueva oleada de nadadores de Países Bajos podría dejar su huella en los Juegos de París.
La multicampeona europea Marrit Steenbergen se perfila como posible sucesora de De Bruijn, que arrasó en Sydney con sus medallas de oro en 50 y 100 metros libres y 100 metros mariposa.
Steenbergen ha batido varios récords de natación en su país este año y se impuso a la hongkonesa Siobhan Haughey en los 100 metros libres del Campeonato Mundial de Doha.
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La nadadora de 24 años batió a continuación su récord neerlandés de los 200 metros libres individuales con un tiempo de 2 minutos y 8,86 segundos en una prueba de clasificación olímpica celebrada en Eindhoven el mes pasado.
El tiempo está lejos de la mejor marca del año de la australiana Kaylee McKeown, 2:06.99, pero los entrenadores neerlandeses creen que aún puede mejorar.
La misma noche del triunfo de Steenbergen en los 100 metros libres en Doha, su compatriota Tes Schouten se colgó el oro en los 200 metros braza, lo que la convierte en una amenaza de medalla en París.
Schouten, de 23 años, también tiene opciones en los 100 metros braza de París, después de haberse colgado la plata en Doha por detrás de la campeona del mundo, la china Tang Qianting.
Steenbergen y Schouten han añadido profundidad a un equipo neerlandés que esperará más medallas del especialista masculino en braza Arno Kamminga y de la nadadora femenina de maratón Sharon van Rouwendaal.
"Hacía tiempo que no teníamos opciones de medalla en tantas pruebas", declaró el seleccionador neerlandés Patrick Pearson a Reuters en Doha.
En los Juegos Olímpicos de 2000, De Bruijn y Van den Hoogenband se colgaron cinco medallas de oro entre los dos y situaron a Países Bajos tercero en el medallero de natación, por detrás del dominador Estados Unidos y del anfitrión Australia.
(Reportaje de Ian Ransom en Melbourne; Editado en español por Héctor Espinoza)