Tras la muerte del ídolo futbolístico Diego Maradona, vecinos de la Ciudad de Buenos Aires pusieron rosas en los carteles de señalización de las calles Segurola y Habana. La esquina tomó popularidad por aquella célebre frase del astro en la década del 90.
Inmediatamente, la imagen de la esquina tomó relevancia en las redes sociales. Miles de usuarios reprodujeron la fotografía y también los videos del reconocimiento.
La historia detrás de Segurola y Habana
Boca Juniors y Colón se enfrentaban en la Bombonera el 7 de octubre del 1995 en lo que significaba la vuelta de Diego Armando Maradona al fútbol después de cumplir 15 meses de inactividad, producto de la suspensión que le había impuesto la FIFA por el doping positivo en el Mundial de Estados Unidos de 1994.
El Xeneize igualaba 0-0 durante el primer tiempo cuando una jugada por derecha se llevó las miradas. Una dura patada de Claudio "El Pájaro" Caniggia sobre Dante Unali desató la bronca de los jugadores visitantes que rápidamente se fueron encima de Francisco Lamolina.
Uno de ellos fue "El Huevo" Toresani, que sin importarle la amarilla que tenía encima también se le abalanzó. En escena apareció Maradona, que rápidamente se fue sobre él y comenzó a discutirle, para posteriormente ir a reprocharle algo al árbitro.
La acción finalizó con varias amonestaciones. En primer lugar una amarilla para "El Pájaro", y después, por protestar, una para el "Diez" y otra para el jugador de Colón, que terminó siendo expulsado por doble tarjeta.
"A mí me echó Maradona", aseguró Toresani en una rueda de prensa posterior al partido. "Y lo que diga cuando escuche esto no me importa un carajo. Quisiera tenerlo en frente a ver si me dice las cosas como me dijo que después del partido me iba a agarrar. Esta bien, yo me la banco, lo iría a buscar hasta la casa", agregó.
"A Toresani le dije en la cancha que yo vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso", le respondió Maradona. "No tengo ningún problema en que me venga a buscar porque estoy cansado de estos 'de pico', que de la boca para afuera son todos guapos, pero cuando hay que poner la cara (…) A Toresani, Segurola y Habana 4310, séptimo piso, y vamos a ver si me dura treinta segundos", le advirtió.