Leopoldo Luque, el último médico personal de Diego Armando Maradona, fue imputado por el delito de "homicidio culposo" en la causa que investiga la muerte del astro del fútbol tras los allanamientos en su domicilio y su clínica.
Luque, quien se encargó de la operación de Maradona por un hematoma subdural y estaba a cargo de su recuperación, quedó bajo la sospecha de la Justicia después de que los familiares de Maradona apuntaran en su contra en las declaraciones testimoniales. Según fuentes judiciales citadas por la agencia Télam, el médico quedó imputado en la causa.
La notificación no implica un llamado a indagatoria ni una medida restrictiva de la libertad. Por el momento, se le informó que está siendo investigado por la posible comisión de un delito. Los fiscales investigan si existió una negligencia médica en torno a las causales de la muerte de Maradona, el pasado miércoles.
Los allanamientos a Luque
En la mañana del domingo se realizaron dos allanamientos pedidos por la fiscal que interviene en la causa, Laura Capra, de la UFI de Benavídez. Debido a la trascendencia de la causa también trabajan en la misma el fiscal general John Broyad y sus adjuntos Patricio Ferrari y Cosme Iribarren.
Los procedimientos se dieron en la casa del médico, ubicada en Adrogué, y en la clínica que tiene en la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de recopilar información sobre la salud de Maradona y sus tratamientos médicos.
Los allanamientos se dan luego de que las declaraciones testimoniales del entorno cercano a Maradona hablara de un enfrentamiento entre el Diez y Luque, en medio de la recuperación del exfutbolista en el barrio San Andrés tras la operación del hematoma. Dos de los testigos, afirmaron que el pasado 19 de noviembre, Maradona echó a Luque tras una pelea y el médico no volvió a ingresar a la casa del country. Los pedidos fueron aprobados por el juez de Garantías de San Isidro Orlando Díaz
El pasado sábado, los fiscales tomaron declaración a Dalma, Giannina y Jana Maradona, las tres hijas reconocidas del Diez. Sus testimonios habrían dirigido las miradas hacia Luque y el tratamiento que diagramó para Diego. Las tres indicaron que quieren conocer a que tipo de cuidados médicos era sometido el padre y que medicamentos se le administraban.
Por medio de un comunicado, la Fiscalía General de San Isidro infromó que por la “sustanciación de la prueba en curso” se continuaron las tareas investigativas en base a las declaraciones testimoniales de familiares directos. “En virtud de la prueba que se fue recabando se consideró necesario solicitar allanamientos en el domicilio y consultorio del médico Leopoldo Luque”, agregaron.
Los allanamientos fueron iniciados en simultáneo y con premura para evitar que se puedan borrar o eliminar datos importantes para la causa. Luque se encontraba presente en su casa de Adrogué, en Almirante Brown. Allí se le secuestró información concerniente a la investigación, tales como historias clínicas, computadoras, teléfonos celulares y documentación que de interés para la causa que quedó caratulada como "homicidio culposo".