Mike Tyson decía que todo el mundo tiene un plan hasta que recibes un puñetazo en la cara, que es precisamente lo que le pasó a Marruecos en su derrota del miércoles 2-0 ante Francia en su choque de semifinales del Mundial.
Marruecos, el primer equipo africano en llegar a las semifinales de un Mundial, había basado su avance en una defensa brillante y contraataques rápidos, pero probó su propia medicina cuando Francia abandonó la posesión al principio del partido y marcó después de solo cinco minutos de juego.
El gol de Theo Hernández tras un tiro de Kylian Mbappé que se desvió adelantó a los vigentes campeones y obligó a los futbolistas del DT Walid Regragui a asumir la responsabilidad antes de terminar el partido con más posesión que Les Bleus.
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Nayef Aguerd y el capitán Romain Saiss, que no estaban 100% en forma, fueron reemplazados justo antes del saque inicial y al comienzo de la segunda mitad, haciendo que Marruecos tuviera que apelar al plan B, o al plan C, tras 21 minutos.
Si bien demostró que no habían bajado los brazos, ya que Hugo Lloris tuvo que esforzarse para desviar un tremendo tiro de 25 metros de Azzedine Ounahi, Marruecos quedó expuesto y Olivier Giroud estuvo cerca en un contraataque cuando su brutal disparo se estrelló en el poste.
Regragui había señalado el martes que Francia era una maestra táctica, capaz de adaptarse a cualquier oponente, y elogió a Didier Deschamps como el mejor entrenador del mundo. El miércoles en el estadio Al Bayt, demostró que no se equivocaba.
Sin embargo, lo que Deschamps podría no haber anticipado es cómo Marruecos también podría cambiar de táctica y jugar de manera brillante con el balón, con el tiro de El Yaqim golpeando el poste derecho de Lloris al filo del entretiempo.
Marruecos empujó con más fuerza tras el descanso, dando a Mbappé cada vez más espacio por la banda izquierda. El delantero del Paris St Germain cambió a una posición de único delantero cuando Marcus Thuram reemplazó a Giroud a los 65.
Hasta el miércoles, la determinación de Marruecos no había sido igualada por Bélgica, España o Portugal, pero Francia demostró que también era capaz de luchar con uñas y dientes.
El suplente Randal Kolo Muani empujó el balón a 11 minutos del final en su primer toque después de una brillante jugada colectiva de Francia que terminó con un toque de Mbappé, para recordar a todos lo que es Francia y que Argentina debe idear un plan maestro para la final del domingo en el estadio Lusail.
Con información de Reuters
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