La perspectiva de que Harry Kane no marcara en ninguno de los partidos de la fase de grupos de Inglaterra en el Mundial podría haber hecho temer lo peor a los aficionados, pero en su lugar hay una creciente sensación de optimismo cuando el equipo de Gareth Southgate afronta el choque de octavos de final del domingo contra Senegal.
Kane, cuyos 51 goles con su país le sitúan a sólo dos del récord de Wayne Rooney, aún no ha alcanzado la plenitud en Qatar, y apenas ha disparado a puerta.
Un golpe en un pie sufrido en la victoria inicial contra Irán no ha ayudado al capitán de Inglaterra, que fue el máximo goleador del Mundial de 2018 con seis tantos, pero su falta de goles no ha impedido, desde luego, que Inglaterra pase sin problemas a las rondas eliminatorias.
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De hecho, la falta de gol de Kane puede convertirse en algo positivo. Inglaterra se las ha arreglado para marcar nueve veces y sus otros delanteros han dado la cara, especialmente el rejuvenecido Marcus Rashford del Manchester United, que ya ha anotado tres tantos.
Phil Foden, Raheem Sterling y Bukayo Saka también han marcado, lo que deja a Southgate ante un agradable dilema de selección frente a Senegal, aunque es inconcebible que no salga al campo con Kane de titular.
Senegal se proclamó campeón de África a principios de este año y, aunque llega a Qatar sin el lesionado Sadio Mané, sigue siendo un equipo experimentado y entregado a su seleccionador Aliou Cissé.
Southgate no necesitará que le recuerden lo imprevisible que ha sido este torneo hasta ahora, y la concentración de Inglaterra deberá ser total en el estadio Al Bayt el domingo, aunque la historia esté de su lado.
Inglaterra ha jugado siete partidos contra equipos africanos en los Mundiales, y nunca ha perdido.
Las selecciones africanas han perdido ocho de sus nueve partidos de octavos de final de la del Mundo contra equipos europeos, aunque el único éxito se produjo en 2002, cuando una selección senegalesa capitaneada por Cissé venció a Suecia y alcanzó los cuartos de final.
Si quiere dar una nueva sorpresa, Senegal no sólo tendrá que hacerlo sin Mané, sino también sin Idrissa Gueye, suspendido por haber recibido una segunda tarjeta amarilla contra Ecuador.
El ganador de este encuentro jugará en cuartos de final con el vencedor del choque entre Francia y Polonia.
Con información de Reuters
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