Los chilenos están indignados por haber quedado fuera de la organización del Mundial 2030 de la FIFA después de que los vecinos Argentina, Uruguay y Paraguay fueran elegidos para albergar los partidos inaugurales.
La noticia dominó titulares, conversaciones callejeras, debates en redes sociales e incluso provocó comentarios del presidente Gabriel Boric.
"Lamento que haya instituciones que funcionen de manera poco seria y sorpresiva", dijo Boric a periodistas el miércoles, afirmando que habló con los presidentes de Paraguay y Argentina, quienes dijeron que no les informaron sobre la decisión antes del anuncio.
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"Vamos a hacer valer todos los derechos que le correspondan a Chile, porque con la integridad nacional y con el nombre de Chile no se juega", agregó.
El país sudamericano había lanzado una candidatura conjunta junto con Argentina, Uruguay y Paraguay en febrero para albergar la Copa del Mundo 2030, pero fue el único que no recibió un partido después de que la FIFA anunciara los anfitriones.
España, Portugal y Marruecos, que también lanzaron una candidatura conjunta, serán los anfitriones de la mayor parte del torneo, mientras que las naciones sudamericanas albergarán un partido cada una. Cada uno de los seis países también se clasificará automáticamente para el torneo.
"Me parece mal, creo que no están valorando el fútbol chileno", dijo Abigail Rebolledo, una estudiante en Santiago.
"Deberían darle (a Chile) la misma importancia como a estos otros países. Deberían valorarlo y obviamente cumplir con el primer trato", afirmó.
Con información de Reuters
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