Uno de los equipos más recordados de toda la historia de las Selecciones Argentinas es, sin dudas, el primer conjunto nacional que salió campeón en el Mundial de Qatar. Mucho antes de que Lionel Scaloni y sus muchachos consigan el título más preciado, hubo un equipo sub-20 que logró el título en ese país de la mano de José Pekerman. El 28 de abril de 1995, con un equipo de jugadores especial, la Selección Nacional conseguiría su segundo título en este tipo de competencia.
La llegada de José Néstor Pekerman a la Selección ocurrió después de un escándalo. El 17 de junio de 1991, en un partido por la Copa del Mundo que se jugó en Portugal, Argentina perdía 1-0 ante Corea por la primera ronda. En un momento, el equipo dirigido por Reinaldo Merlo fue partícipe de un verdadero concierto de patadas, mala conducta y -sobre todo- un enojo brutal de sus jugadores. Entre ellos estuvieron Claudio París, Mauricio Pellegrino y Juan Esnaider que se fueron expulsados. Incluso, este último fue castigado con un año de sanción, pero lo peor de todo es que -más allá de la derrota 3-0 en ese encuentro y la posterior eliminación en Primera Ronda - el bochorno de las tres expulsiones por mala conducta hizo que Argentina no se pudiera presentar al Sudamericano de 1992 y, por consiguiente, en el Mundial de 1993.
Después de ese escándalo, el 22 de septiembre de 1994, José Néstor Pekerman firma un contrato con la AFA. No fue fácil. De todos los proyectos presentados, el del entrenador era el menos conocido. Sin la posibilidad de hacer partidos amistosos por el temor de las peleas y con un diagrama complicado en todas las inferiores, el exentrenador de Argentinos Juniors encontró un lugar y empezó trabajar. Así fue como con un cambio sustancial, Argentina volvió a los Mundiales Sub-20.
El primero de ellos fue en 1995. En Qatar y lo hizo en un Mundial en el que estaban grandes estrellas como Mark Viduka, Raúl, Nuno Gomes y Hidetoshi Nakata entre otros grandes futbolistas. Para ese torneo, José Pekerman confió en su primera generación de "Pekerboys", como después fueron reconocidos a lo largo de la década del 90 y que transformó en una filosofía de vida futbolística: trabajar bien, cuidarse, ser educado. Ser la contracara de aquel bochorno y, por supuesto, mostrar resultados.
Ese plantel estuvo conformado por Carlos Germán Arangio, Julio César Bayon, Leonardo Ángel Biagini, Wálter Gastón Coyette, Diego Sebastián Crosa, Raúl Cristian Chaparro, Cristian Fabián Díaz, Federico Hernán Domínguez, Andrés Miguel Garrone, Francisco Gabriel Guerrero, Miguel Santiago Ibagaza, Joaquín Irigoytía, Mariano Juan, Guillermo Carlos Larrosa, Gustavo Adrián Lombardi, Sebastián Diego Pena, Fernando Gastón Pezzuti y Juan Pablo Sorín. En una final épica ante Brasil, el conjunto argentino ganó con goles de Biagini y Guerrero.
Ese primer equipo campeón fue clave para lo que después se conformaría en una escuela de jugadores de fútbol y -por consiguiente- técnicos. Esa victoria, por otro lado, sirvió para que un par de años después -en 1997- Argentina repita el título. Allí estuvieron Pablo César Aimar, Walter Samuel, Diego Placente y Lionel Scaloni. Entrenadores que, ahora, son parte del proceso que obtuvieron el título más grande: la tercera estrella.