Una verdadera fiesta vivió la Selección Argentina en el Estadio Wembley de Londres. La victoria del equipo de Lionel Scaloni 3-0 ante Italia en la "Finalissima" contó con más de 40.000 argentinos que alentaron y deliraron desde las tribunas, de principio a fin, tiñendo de celeste y blanco las gradas. Ante semejante espectáculo generado por los simpatizantes, el relator italiano de la cadena deportiva RAI comparó lo que se estaba viviendo en la cancha con el templo de Boca, "La Bombonera".
La emoción y los cantitos argentinos se sintieron mucho más allá de las fronteras del estadio: la presencia "albiceleste" se notaba ya en el metro que va de Baker Street, en el centro de la capital inglesa, a la estación del legendario estadio de Wembley. Las banderas, gorritos, y hasta los bombos y platillos, se hicieron presentes en el mítico campo inglés, ya desde varias horas antes al comienzo de la final.
Aunque en los alrededores del estadio no se encontraban los clásicos puestos de choripán y sandwiches de vacío, el color impuesto por los hinchas daba la sensación de estar en Argentina. "Pasé por España a buscar a mi viejo. Esto es una fiesta, nunca pensé que íbamos a ser tantos argentinos. Es impresionante", le manifestó Gabriel (53 años) a la agencia Télam, que viajó desde Buenos Aires expresamente para acudir a la final.
En algunos casos, varios fanáticos aprovecharon la situación para reencontrarse con viejos amigos que viven en Europa. Como es el caso de Maximiliano Castillo (42), que fue con Martín y Cristian, que residen en Portugal desde hace varios años. "Es la primera vez que vengo a un partido en Wembley, y nada menos que para ver a mi seleccionado", le confesó a Télam.
MÁS INFO
Otra de las situaciones que se hicieron virales con respecto al apoyo que recibió el seleccionado argentino en tierras inglesas, fue el comentario que realizó el relator de RAI, en plena transmisión en vivo y cuando el estadio era una fiesta argentina: “Wembley, como La Bombonera de Buenos Aires”, comentó el comunicador, sorprendido por los canticos que no dejaban de sonar.
La "Scaloneta", además de sus virtudes dentro de la cancha, logró a unir a argentinos como si España, Francia, Suecia o Dinamarca fueran Caballito, Barracas, Belgrano y Monserrat y el estadio de Wembley, La Bombonera o el Monumental o la cancha de Ferro. El sueño por ver al equipo que lleva 32 partidos invicto derivó en una celebración inolvidable que pareció jugarse de local.