Son Heung-Min explota en lágrimas a sus 25 años. Es el 23 de junio de 2018 y Corea del Sur acaba de salir derrotado 2-1 ante México por la segunda jornada del Grupo F del Mundial de Rusia. Su llanto va más allá de quedar practicamente eliminado del sueño mundialista: en su país, todos los hombres menores de 28 años están obligados a cumplir con el servicio militar de 21 meses. La excepción a la regla, es que la persona tenga algún éxito deportivo representando al país y a Son se le acaban las posibilidades cuando también brilla en el Tottenham de la Premier League. SIn embargo, meses después del Mundial, el delantero tuvo revancha en otra competición y logró un persmiso especial. La historia de un jugador que, además, casi se pierde el Mundial de Qatar 2022 por una lesión en su cara.
“No podría decir todo lo que he hecho pero lo he disfrutado. Han sido tres semanas duras. Una buena experiencia”, comentó Son, ya con 27 años, en 2020. Luego conseguir un triunfo deportivo con el seleccionado, la medalla de oro en los Juegos Asiáticos de 2018, el surcoreano tuvo el beneficio con una reducción del tiempo estipulado en el servicio militar: en vez de los 21 meses, el exjugador del Bayer Leverkusen compareció durante 21 días. Para poder unirse al cuerpo de Marines, Son tuvo que conseguir un permiso especial de ausencia de parte de su club, Tottenham.
Según los reportes de encargados del recultamiento, Son finalizó con honores su preparación militar de tres semanas en el campo ubicado al sur de su país. Allí, el delantero de jerarquía mundial ingresó el 20 de abril en el 91° batallón de la novena brigada del cuerpo de Marines, en la Isla de Jeju. Además, tan satisfactoria fue su tarea que terminó siendo elegido como uno de los cinco mejores alumnos de su unidad.
“En los primeros días no nos conocíamos así que era un poco raro, algunos no podían no hablarme. Pero pronto nos conocimos unos a los otros y al final todos estábamos bromeando y disfrutando juntos. Tienes que pasar cada día junto a tus compañeros, éramos diez personas en una habitación así que trabajamos y nos unimos mucho”, fue otra de las confesiones suyas tras su paso por el servicio militar, que mantenía preocupado al jugador antes de su ingreso.
El servivio militar no es algo que genere específicamente placer, ya que se trata más sobre el nacionalismo que cada país tiene. En el campo de entrenamiento Son realizó caminatas de 30 kilómetros con un peso sobre su espalda de 40 kilos y ejercicios relacionados a enfrentamientos de armas, como entrenamientos químicos en una cámara de gases lacrimógenos. Según figura en la información del país, son ejercicios de Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química, procedimientos de actuación existentes que sirven para prevenir ataques con armamento nuclear, radiológico, biológico y químico.
El arduo entrenamientos de altas cargas horarios vaya que le sirvió a Son para mantenserse en buen estadom físico. Tras terminar con la obligatoriedad para su país, Son regresó al Tottenham y no defraudó: marcó 16 goles en 20 partidos hasta que sufrió una fractura en su brazo izquierdo que lo obligó a parar durante dos meses.
La lesión que casi lo deja afuera del Mundial de Qatar 2022
La vida de Son tuvo sus particularidades. Luego de realizar el servicio militar y sacarse de encima esa pesada ochila que lo persiguió durante cinco años, la estrella surcoreana puso su cabeza en el Mundial de Qatar 2022, su máximo sueño y objetivo. Sin embargo, las cosas no serían tan sencillas como esperaba.
El martes 2 de noviembre, a falta de 22 días para el debut mundialista frente a Uruguay por el Grupo H, Son sufrió una fractura facial cerca de su ojo izquierdo en el partido frente al Olympique de Marsella por la UEFA Champions League y se encendieron las alarmas.
El delantero tuvo que ser opera de urgencia y su participación en Qatar estuvo en duda durante varios días. A pesar de la preocupación por el poco tiempo que tenía, Son se recuperó a tiempo tras operarse y luego de dos semanas intensas de ejercicios y utilizando una máscara que le proteje la zona.
SI bien la recuperación tendría que haber llevado más de 30 días, las ganas de Son por defender los colores de su camiseta fueron más fuertes y estará presente en su segundo Mundial. "Jugar por tu país en la Copa del Mundo es el sueño de muchos niños y también es el mío. No me perderé esto por nada del mundo. No puedo esperar para representar a nuestro hermoso país, nos vemos pronto", manifestó en sus redes sociales tras confirmarse su lugar en la lista de su país. Con una máscara, Son también lleva su ilusión a Qatar 2022 en los 40 kilos de la mochila que cargó en el servicio miliiar.