A 70 días del Mundial de Qatar, la intensidad aumenta, la expectativa también y prácticamente cualquier conversación futbolera tiene, por lo menos, un apartado sobre la Selección Argentina. Las ganas de la Copa del Mundo y se nota, además, en un fenómeno que explotó y se convirtió en un tema nacional: las figuritas.
El Mundial no arranca cuando la pelota empieza a moverse. Comienza antes. Las tradiciones, las costumbres y el fanatismo por el fútbol en el país tiene diversos rituales y uno de ellos es el de juntar figuritas. Grandes y chicos se desesperan detrás del “cromo” de Lionel Messi, de Cristiano Ronaldo. En Argentina esta previa se magnifica. En primer lugar, vale decir que el país fue uno de los que más entradas pidió para los primeros partidos de su Selección en Qatar y eso demuestra el acompañamiento de los hinchas por el equipo de Lionel Scaloni. La ilusión que despiertan los jugadores, el -posible- último Mundial del crack del PSG y la efervescencia tan propia de nuestra idiosincracia armaron un cóctel llamativo.
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“Siempre se potencia con el Mundial, pero ahora es diferente. Es como que está todo desbordado”, sostuvo a El Destape Pablo Pereyra. Es coleccionista y también vende figuritas. A diferencia de otros años, le cuesta conseguir stock. “Cuando consigo tengo que hacer malabares para vender porque sino también se llena de autos la puerta de mi casa. Es complicado”, añadió a este medio.
El primer álbum que tuvo Pablo fue el del Mundial de 1982. Con el paso de los años, su colección creció. Junte hasta fines de los 80, después dejé y se me reactivó hace veinte años más o menos. Completé muchos álbumes que tenía cuando era chico. Y ahora me gusta, lo hago tranquilo”, reveló. Entre sus tesoros hay algunas que le dan orgullo, principalmente las de Estudiantes de La Plata, club del cuál es hincha. Desde aquel torneo en España hasta hoy, él nota que el boom se potenció: “Ahora es distinto, antes éramos pocos. Íbamos a comprar al kiosko, ahora es cada vez más. Todo explotó.
Más allá de lo que significa para los coleccionistas y, por supuesto, para los padres, madres y niñes, hay un sector que se ve afectado económicamente. Los kioskeros de todo el país están en una batalla desigual con la empresa Panini. Desde que se lanzó el álbum, el consumo del producto estalló y se notó casi al instante el éxito que sería. “Nosotros lo esperamos, es importante porque siempre podemos sacar una diferencia, como si fuese un aguinaldo. El Mundial siempre nos da algo más con las figuritas”, sostuvo a este medio Néstor Palacios, vicepresidente 1° de la Unión de Kioskeros (UKRA). Luego, agregó: “Sabíamos que iba a ser un éxito. Por todos los factores, por la Copa América, porque los chicos se prenden. Hoy ocho de cada diez que llegan al local me preguntan por figuritas. Y les tengo que decir que no tengo, que no me mandan”.
Los kioskeros sienten una traición. Durante cuatro años, los kioskos son la boca de expendio de diferentes colecciones que no suelen tener mucha repercusión y anclaje, pero el Mundial es un salto, es el momento de tener ganancias en un mercado que, ya de por si, está complicado. “A mi me sirve tener alta rotación de las figuritas. No me sirve que me den un paquete y tenerlo de stock. Hoy Panini vio otra boca de expendio y nos traicionó. Se los dieron a los monopolios y también después se va al mercado ilegal”, sumó Palacios y siguió: “Las ventas al principio fueron canalizadas por nosotros, pero después entraron los supermercados y empezaron a desvirtuar toda la cadena de comercialización. Y ni hablar en el interior del país”.
Si uno realiza el ejercicio de caminar por la calle en búsqueda de figuritas, lo más probable es que se cruce con carteles de “no hay”. Incluso, cuando aparece un local que tiene sobres, los clientes se amontonan, se generan filas largas y se producen desbordes. Allí, ante este desabastecimiento callejero, aparecen los Supermercados que ofrecen el producto, pero con promociones. Por ejemplo: compra mínima de cinco paquetes. También las aplicaciones de delivery ofrecen, a través de sus mercados, la venta de sobres pero, como máximo, dos unidades. A eso se le suma que, para realizar el envío, hay que gastar un mínimo de 1200 pesos. Es decir, si o si, hay comprar otros productos para poder hacerse de las figuritas.
El precio oficial de un sobre de figuritas es de 150 pesos. Sin embargo, en varias bocas de expendio, el valor puede llegar a $170 o por encima de los $250. “Los padres también están padeciendo esto. Hoy es imposible pagar un paquete a 200 o 280 pesos, pero hay lugares que lo venden a ese precio”, agregó Palacios. “Hay algunos kioskos que compran a revendedores, pero después lo tenés que vender mucho más caro. Y no, se pierde todo. ¿Quién gana?”, añadió. En este punto, el “mercado ilegal” muestra que en páginas como Mercado Libre o Market Place, el sobre puede valer hasta 600 pesos.
En medio de esta explosión también aparecen las estafas y las salidas rápidas. En las mismas aplicaciones se pueden conseguir los archivos “PDF” con la plantilla completa de las selecciones del Mundial para hacer “figuritas caseras”. Sin embargo, en este desborde, también vuelven a aparecer los clásicos encuentros para intercambiar y las cadenas de whatsapp para conectar repetidas. En definitiva, ante los aumentos en los precios, la solución de los coleccionistas es conectarse, charlar y ponerse de acuerdo.