Iga Swiatek es la gran favorita para hacerse con su cuarto título de Grand Slam en el Abierto de Australia, pero el panorama es bastante menos claro si la número uno del mundo no logra hacer honor a su condición de cabeza de serie.
Ahora que Ash Barty y Serena Williams han colgado las raquetas y Naomi Osaka está embarazada de su primer hijo, es casi seguro que Melbourne Park iniciará una nueva era coronando a una nueva campeona el 29 de enero.
Las dos únicas excampeonas de las 128 participantes se enfrentarán en la primera ronda, y es muy poco probable que ninguna de las dos siga viva en la competición cuando se entregue el Trofeo Daphne Akhurst.
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Victoria Azarenka ganó sus dos títulos hace una década, y poco le ha ido bien a Sofia Kenin desde que triunfó en 2020, aunque alcanzó las semifinales en Hobart esta semana.
La carrera para llenar el vacío dejado por la ausencia de Barty, campeona australiana el año pasado, y Williams, siete veces ganadora, debería estar encabezada por Swiatek, que parecía imbatible en ocasiones la temporada pasada.
La polaca de 21 años ganó su segundo Abierto de Francia, demostró que también podía ganar en pista dura con su primer triunfo en el Abierto de Estados Unidos y acumuló una racha de 37 victorias consecutivas, récord del siglo XXI.
La semana pasada se echó a llorar tras ser derrotada por la estadounidense Jessica Pegula en las rápidas pistas de Sídney de la United Cup, pero se apresuró a desmentir la idea de que ese arrebato emocional fuera señal de algo más profundo.
"No es la primera vez que lloro después de perder un partido. Nada especial", afirmó la autoproclamada perfeccionista.
"Simplemente me sentí un poco impotente hoy, porque física y mentalmente no fui capaz ni siquiera de presentarme y resolver los problemas".
PROPUESTA DIFERENTE
El año pasado, en su primera semifinal de un Grand Slam en pista dura, Swiatek fue vapuleada por Danielle Collins en Melbourne Park (6-4 y 6-1), y este año, si se mantienen las cabezas de serie, la estadounidense estará en octavos de final.
Sin embargo, la resolución de problemas es algo de lo que Swiatek se enorgullece, y Collins, 13ª cabeza de serie, podría encontrar en la polaca un reto diferente si se enfrentan este año.
Como era de esperar, las casas de apuestas sitúan a las potentes jugadoras de base Aryna Sabalenka, campeona en Adelaida la semana pasada, y Pegula, que ayudó a Estados Unidos a ganar la United Cup, como las mejores opciones de hacerse con el título después de Swiatek.
La carismática adolescente estadounidense Coco Gauff sería una campeona popular. La finalista del Abierto de Francia del año pasado está en forma, tras haber inaugurado la temporada con el título en el Abierto de Auckland.
El gran saque de Elena Rybakina, campeona de Wimbledon, le da la oportunidad de conquistar su segundo título de Grand Slam, mientras que la número cuatro del mundo, Caroline García, está disfrutando de un renacimiento al final de su carrera y ganó las Finales de la WTA en pista dura el año pasado.
Collins, Barbora Krejcikova, Belinda Bencic, Daria Kasatkina y Veronika Kudermetov han mostrado el tipo de forma de principio de temporada que podría augurar una carrera hasta el final del torneo, que comienza el lunes.
La tunecina Ons Jabeur es segunda cabeza de serie tras alcanzar la final en los dos últimos Grand Slam, donde perdió ante Rybakina en Wimbledon y Swiatek en Flushing Meadows.
Su deslumbrante destreza con la raqueta, más que su potencia, podría jugar en su contra en las famosas pistas azules, pero seguramente habrá pocas ganadoras más populares que esta burbujeante jugadora de 28 años.
Con información de Reuters