Día de la militancia: Abel Cachazú, el boxeador que volvió con Perón a base de sacrificio

El boxeador fue uno de los que retornó con el líder peronista. Se subió al avión para traerlo después de 17 años en el exilio en uno de los viajes más míticos de la historia argentina.

17 de noviembre, 2020 | 10.29

El boxeo fue uno de los deportes más populares en la época del peronismo. El ascenso de los púgiles de barrio a las grandes carteleras convertía en ídolos cercanos a los mejores boxeadores. Desde Pascual Pérez hasta Abel Cachazú, el deporte de los guantes estuvo muy ligado a Juan Domingo Perón.

El avión pisó Ezeiza. Eran las once y ocho minutos de la mañana del 17 de noviembre de 1972. En ese momento, Perón bajó del vuelo de Alitalia con los brazos en alto después de haber pasado más de 17 años en el exilio. Junto a él se encontraban más de 150 personas que lo fueron a buscar a España para que retorne. Entre las figuras más convocantes había solamente dos deportistas. Uno era el futbolista José “el nene” Sanfilippo y el otro el boxeador Abel Cachazú.

“Cuando íbamos de acá para allá en el viaje era todo joda. Cantábamos, éramos muchos y estábamos felices”, recordó Cachazú en una entrevista que le concedió a Osvaldo Principi. Al acordarse del viaje, también añadió: “Cuando veníamos, la vuelta fue en silencio porque Perón dijo que tenía que descansar hasta que el Padre Mugica gritó 'viste Macho, anoche dijiste que no te daba el cuero y ya estamos sobrevolando suelo argentino'. Ahí fue un descalabro y todos cantamos la marcha”.

La marcha se cantó con todos. En el mismo vuelo estuvo Hugo del Carril, la voz detrás de la mítica canción peronista. Rodeado de políticos como Antonio Cafiero, Jorge Taiana y las estrellas del momento como Leonardo Favio y Chunchuna Villafañe. Rodeado de 150 personalidades, Cachazú era uno más que siempre mantuvo su fuerza ligada al peronismo. No solo desde la forma de pensar, sino también con acciones concretas.

La historia de Cachazú

Cachazú no tuvo un récord impresionante. Tuvo 77 peleas, ganó 48, perdió 16 y empató 13. Pero en su trayectoria tiene triunfos claves contra los rivales más importantes de su categoría en los 60 y 70. A pesar de no tener un título del mundo, se convirtió en el campeón argentino welter y generó batallas sobre el ring contra Niccolino Loche (con el cual perdió las tres veces que se enfrentó siempre por puntos) y frente a Horacio Saldaño. Más allá de no tener una carrera extraordinaria, el nombre Cachazú fue uno de los boxeadores más convocantes en las noches del Luna Park.

La historia de Cachazú era lo que marcaba la diferencia. Más allá de estar en las grandes carteleras, “Cacha”, como le decían, nunca dejó de trabajar fuera del ring. En el mismo año en el que se estrenó como púgil ingresó a la Segba, la empresa estatal de energía eléctrica del Gran Buenos Aires que había sido creada en 1958. Durante toda su carrera, Cachazú nunca dejó de trabajar en su sector y se convirtió en la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza que encabezaba Juan José Taccone. De noche, los fines de semana, era uno de los protagonistas del Luna Park con las luces y el show de Tito Lectoure. De día, antes de que salga el sol se levantaba para ir a trabajar a su sección. Así durante toda su carrera deportiva.

El arrastre de masas por su capacidad boxística y su compromiso social, lo llevaron a ser uno de los ídolos populares que no tuvieron el reconocimiento adecuado. Sin embargo, logró llevarse el recuerdo de ser uno de los pocos militantes que volvió con Juan Domingo Perón después de una larga noche en el exilio.