El senegalés Edouard Mendy podría seguir ostentando la corona de mejor portero del mundo si una actuación destacada contra Inglaterra el domingo contribuye a restaurar su reputación.
El guardameta de 30 años recibió el premio de la FIFA en enero tras haber ayudado al Chelsea a ganar el título de la Liga de Campeones de 2021 y dos impresionantes temporadas en la Premier League, pero desde entonces su nivel ha caído y ha luchado para tener regularidad.
Al principio del Mundial se le atribuyó parte de la culpa de los dos goles que recibió en los últimos minutos contra Países Bajos que hicieron que Senegal perdiera su primer partido de la fase de grupos.
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Sin embargo, en su siguiente partido del Grupo A contra Qatar, realizó una parada que ayudó a Senegal a mantener su ventaja y ganar 3-1, antes de que el equipo superara a Ecuador para clasificar a los octavos de final.
Ahora, si es capaz de mantener a raya a un ataque inglés que podría incluir a sus compañeros de club Raheem Sterling y Mason Mount, Mendy podría terminar el año con otra nota alta, después de haberlo empezado con un éxito en la Copa Africana de Naciones.
El suyo sigue siendo un notable ascenso a la cima en una clásica historia de perseverancia. Apenas cinco años antes de su fichaje por el Chelsea por 20 millones de libras estaba desempleado, obligado a apuntarse a las ayudas sociales.
Su contrato con el Cherbourg, de la cuarta división francesa, no fue renovado, y su agente no cumplió la promesa de encontrarle un nuevo club.
"Quedarse sin trabajo no es sólo una humillación si quieres ser futbolista", recordó en una reciente entrevista. "Si fracasas una y otra vez, te deja huella. Estaba angustiado".
No jugó durante 12 meses y se planteó un trabajo en una tienda de ropa masculina cuando un antiguo compañero de equipo lo llamó para decirle que el Olympique de Marsella buscaba un portero más. Firmó un contrato con salario mínimo y ascendió al equipo de reserva.
La suerte de Mendy cambió en 2016. El Stade Reims lo fichó como suplente y a los siete minutos de la nueva temporada el portero titular fue expulsado, lo que permitió debutar en la Ligue 2.
Ya era un habitual cuando el Reims ganó el ascenso dos años después, y luego se trasladó al Rennes, debutando también con Senegal.
El Chelsea lo compró para sustituir a Kepa Arrizabalaga, y Mendy desempeñó un papel fundamental en su éxito en la Liga de Campeones.
"Al final, yo mismo decidí mi destino. Nunca me rendí. Sigo recordando cada día mi insólita trayectoria", añadió.
(Editado en español por Daniela Desantis)