"Dios aún existe" es el título de la emotiva carta que Martín Palermo escribió a tres meses de la muerte de Diego Armando Maradona. El delantero, que fue compañero del Diez y fue dirigido por él, recordó la relación que lo unía al astro, que falleció en noviembre pasado. "Tendré que aceptar que Diego se fue, del mismo modo en el que tuve que aceptar la muerte de mi hijo", compartió el máximo goleador Xeneixe.
Las muestras de afecto, admiración, respeto y cariño por Diego Armando Maradona se siguen sucediendo a pesar de que ya pasaron tres meses de su muerte. Esta vez fue el turno de Martín Palermo de compartir sus sensaciones y pensamientos sobre la vida y muerte de uno de los mayores ídolos argentinos. Lo hizo a través de la web The Players Tribune, en la que distintos deportistas comparten textos de su autoría.
El actual entrenador de Curicó Unido, de Chile, comenzó recordando su última charla con el Diez a principios del 2020, en la que Maradona le preguntó cómo estaba y lo invitó a comer un asado. También contó cuál fue su reacción cuando se enteró de la triste noticia: "Inmediatamente le mandé un mensaje a un periodista amigo que sabía que era cercano a él. '¿Es verdad?'. Me respondió: 'Sí…'. Y en ese momento, uno no… no puede creerlo".
"Maradona siempre se recupera. Maradona siempre sobrevive. Había pasado tantas veces. Entonces pensás Esta es sólo una más. Pero después la noticia sobre su recuperación nunca llega", continuó Palermo en su carta, una sensación que compartieron muchas personas. Al igual que millones de argentinos, la idolatría del Titán por Maradona comenzó en México 86, cuando el delantero tenía solo 12 años y vio los partidos con su familia: "Cuando salimos a festejar el título en la calle, entendí que esta era la mayor expresión de satisfacción, de alegría, que el fútbol podía traer. Y el origen de toda esa emoción era Maradona".
Además, compartió sobre su relación personal con el Diez, que comenzó cuando en 1997 Maradona le pidió a Macri que llevara a Palermo a Boca. El goleador pudo ser parte de los últimos meses de Diego como jugador y lo recordó como a un guerrero: "Desde lo individual era un artista. Como compañero era un gladiador".
El delantero tampoco esquivó el histórico y emocionante partido de Eliminatorias contra Perú en el 2009, en el que Palermo selló la clasificación al Mundial para que Maradona pudiera dirigir a la Selección en la máxima cita global: "Esa victoria unió muchas cosas. Como la amistad entre Diego y yo, y la fe que había depositado en mí". El Diez había citado al goleador luego de su rotura de ligamentos en el 2008 y ante las críticas de todos.
Palermo también recordó la muerte de su hijo Stefano, quien nació prematuro en el 2006, para encontrar un punto en el que deberá empezar a aceptar la realidad y que Maradona murió. "Para mí, Diego todavía está ahí. Dios aún existe. Y de algún modo, siempre estará", cerró de forma emotiva Palermo su carta.